MADRID 12 May. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de Quimiometría y Cualimetría de la Universidad de Burgos (UBU) ha desarrollado un nuevo método analítico para que todos los países de la Unión Europea puedan detectar de forma "sencilla y económica" trazas de medicamentos en los alimentos y evitar que estos se incorporen a la cadena alimentaria.
Aunque cada país traspone las normas que regulan la presencia de fármacos en alimentos para que en el conjunto de la Unión Europea rijan unos mismos criterios, no todos cuentan con los medios técnicos para detectar estos productos.
Por eso, Celia Reguera, autora del estudio, ha abordado el problema analizando algunas de las técnicas empleadas, según explica en declaraciones a la agencia SINC, recogidas por Europa Press.
Actualmente existe un límite permitido de fármacos en los alimentos, por lo que los procedimientos que desarrolla este equipo científico "son técnicas analíticas que permiten el ahorro de costes en instrumental y consumo de reactivos".
Esta circunstancia permite optimizar recursos desde pequeños laboratorios dedicados al análisis y control de alimentos, hasta países que tienen menos presupuestos destinados para estas labores científicas pero deben cumplir igualmente los parámetros marcados desde Bruselas.
A partir de metodologías quimiométricas, en esta investigación se han empleado técnicas multi-objetivo que "permiten optimizar varias respuesta a la vez", explica Reguera. De este modo, en un mismo análisis se puede seguir el rastro de diferentes variables.
"En ocasiones, el residuo del fármaco puede estar presente junto a su analito, en otras, muchos fármacos son mezclas, no una sustancia pura, por lo que se pueden identificar algunos de estos componentes", señala Reguera.
Las dos técnicas empleadas en esta investigación fueron las denominadas función de deseabilidad y frente de soluciones optimales Pareto.
En la primera metodología, la función de deseabilidad, el analista impone a priori los criterios sobre los valores que debe tener una respuesta para ser considerada aceptable. En el frente Pareto, por su parte, se permite al analista encontrar un conjunto de soluciones donde al menos una de las respuestas consideradas sea óptima, para después seleccionar la más adecuada imponiendo sus criterios, en cuanto a conformidad o no de las respuestas, pero esta vez 'a posteriori'.
PROBADA EN DOS TIPOS DE FÁRMACOS
El uso de estas dos técnicas multi-objetivo se realizó sobre dos tipos de fármacos diferenciados. Uno fue la sulfonamida, un medicamento usado por los veterinarios en el ganado ovino y bovino de producción intensiva que puede estar presente en la leche y la normativa europea, traspuesta en España a una nacional, establece el límite de su presencia.
El otro caso es el verde de malaquita o verde de leucomalaquita, fungicidas prohibidos empleados en la industria del pescado. Los investigadores querían validar las técnicas con dos fármacos contemplados de diferente manera en la legislación. Para el primero, se pone un tope de su presencia; para el segundo, no hay límite, cualquier traza está prohibida.
El grupo de investigación continúa actualmente en la misma línea en la búsqueda de nuevas técnicas, así como la puesta a punto de otros procedimientos. Asimismo, también trabajan en el campo de los plaguicidas y en nuevos residuos de fármacos de uso veterinario.