SANTANDER 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del departamento de Biología Molecular de la Universidad de Cantabria (UC), en colaboración con el grupo portugués del Instituto Gulbenkian de Ciencia y de la Universidad de Lisbo han descubierto una nueva proteína, la TBCCD1, que se localiza en el centrosoma y es responsable del posicionamiento en las células del centrosoma y, por tanto, del cilio primario y de otras organelas celulares como el aparato de Golgi, que intervienen en el control correcto del ciclo celular.
La investigación, publicada en la edición 'on line' revista 'EMBO Reports', es pionero en explicar los mecanismos de anclaje del centrosoma y su conexión con toda la maquinaria celular que controla la trasmisión de señales químicas y la arquitectura de la célula necesarias para controlar el desarrollo óptimo del ciclo celular.
A través de un comunicado, la UC indica que en los organismos pluricelulares todas y cada una de las células están sometidas a un estricto control proliferativo cuyo fallo permite la proliferación celular descontrolada generándose tumores y cáncer.
Si bien hasta la fecha la ciencia no ha sido capaz de descifrar cómo se comunican las células durante el desarrollo para dejar de dividirse, si se sabe que cada célula posee una estructura tipo "antena" que funciona en "estrecha relación" con el centrosoma como un "GPS celular", denominada cilio primario, que juega un papel importantísimo en la recepción de señales del entorno celular y que está implicado en la relación de cada célula con su entorno.
Este cilio, cuya estructura es "tremendamente compleja", se desensambla y ensambla en cada ciclo celular, liberando al centrosoma para que dirija la división. Existen ya numerosos estudios que vinculan las alteraciones del cilio primario y del centrosoma a los tumores y cánceres de diversa gravedad.