BARCELONA 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona han creado un sistema celular vivo capaz de tomar decisiones según unos patrones previamente determinados, según publica este miércoles la edición digital de la revista 'Nature'.
Concretamente, los investigadores del Departamento de Ciencias Experimentales y de Salud han demostrado mediante múltiples combinaciones de células modificadas con ingeniería genética, que se pueden conseguir sistemas biológicos con capacidad de computación.
Este hallazgo permitirá diseñar, mediante ingeniería celular, sistemas biológicos que respondan de manera programada a determinados estímulos o situaciones complejas. Esta aproximación permite generar sistemas computacionales vivos mucho más complejos de los que se habían logrado hasta ahora.
El estudio demuestra que es posible implementar un sistema biológico de gran capacidad de computación utilizando organismos vivos, por lo que las posibilidades de esta investigación son "enormes". Así, es posible diseñar, mediante ingeniería celular, sistemas que respondan de manera inteligente a situaciones complejas.
Por ejemplo, esta capacidad se podría aplicar a la detección de moléculas y su posterior degradación; a la interacción con determinadas células diana y su control, y al diseño de poblaciones celulares con capacidad de comportarse como tejidos artificiales.
El hallazgo significa un importante avance en el terreno de la biología sintética y se ha llevado a cabo gracias a la colaboración entre un grupo de biología teórica, el Laboratorio de Sistemas Complejos y un grupo de biología experimental de la universidad.
CONEXIÓN ENTRE CIRCUITOS
Hasta ahora la biología sintética había intentado diseñar ordenadores vivos a partir de los conceptos básicos de la electrónica, una aproximación que conllevaba el problema de cómo conectar las diferentes partes de los circuitos.
No obstante, en este trabajo se ha resuelto el problema usando una nueva teoría que permite construir circuitos sofisticados utilizando células vivas como unidades básicas y muy pocas conexiones, logrando la creación de un conjunto de células capaces de detectar e interpretar señales y que se pueden combinar de forma flexible entre ellas.
Este sistema permite crear muchos circuitos diferentes con un mínimo de células existentes y que, además, una vez un circuito está establecido, es susceptible de ser programado sólo añadiendo un determinado compuesto en el medio de cultivo en el que se encuentra.