MADRID 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que la formación de híbridos de ADN y ARN hace que los cromosomas se compacten e impide que se repliquen correctamente, lo que provoca mutaciones. Esta investigación abre una nueva vía para estudiar el origen de los tumores.
La estabilidad de los cromosomas es un fenómeno ligado al origen del cáncer, por lo que los resultados de este trabajo, publicado en la revista Molecular 'Cell', son importantes para avanzar en la investigación oncológica.
"Cuando el ARN generado durante la transcripción de los genes se entrelaza con el ADN formando híbridos, éstos modifican la cromatina e imprimen en el cromosoma una marca epigenética", explica el investigador Andrés Aguilera, del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (centro mixto del CSIC y la Universidad de Sevilla).
Esta marca, añade, "consistente en modificaciones químicas de las histonas, los ladrillos que protegen y empaquetan las fibras de DNA, contribuye a que los cromosomas pierdan estabilidad y acumulen mutaciones y aberraciones cromosómicas".
Los resultados del estudio han sido probados en levaduras, en el gusano Caenorhabditis elegans y en células tumorales humanas, por lo que los investigadores infieren que se trata de un fenómeno común a todos los eucariotas.