MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Institut National de la Recherche Scientifique (INRS) en Montreal (Canadá) han identificado el papel de un proceso clave en el ciclo de replicación del virus de la hepatitis D, una infección que afecta a entre 15 y 20 millones de personas en todo el mundo.
En concreto, el trabajo, publicado en el 'Journal of Virology', ha mostrado que el virus de la hepatitis D explota la misma proteína celular que el virus de la hepatitis B, llamada ATG5, para promover su desarrollo. Esta proteína es esencial para lo que se llama autofagia, un proceso que se utiliza para limpiar los desechos celulares.
En teoría, la autofagia debería ser capaz de destruir a los invasores, pero la mayoría de los virus, como la hepatitis C o la gripe, han evolucionado para evitar esta degradación e, incluso, utilizar la autofagia en su beneficio.
Con esta proteína común, el proceso autofágico podría ser una solución, ya que es esencial para el ciclo de vida de estos virus. Sin embargo, la situación no es tan simple ya que, tal y como han comentado los expertos, si se bloquea la autofagia, se bloquea una función importante para todas las células del cuerpo, por lo que la autofagia debería inhibirse de manera selectiva y temporal.
"El virus de la hepatitis B solo puede causar cirrosis o cáncer de hígado. Cuando se combina con el virus de la hepatitis D, el desarrollo de estas enfermedades ocurre con mayor frecuencia y más rápidamente", han apostillado los investigadores, quienes han descubierto que la autofagia generalmente ocurre en el citoplasma de la célula, pero el proceso contribuye a la replicación del genoma del virus de la hepatitis D que tiene lugar en el núcleo.