MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Instituto Pasteur e Inserm en Francia descubrieron que las células efectoras innatas actúan no solo durante las primeras etapas de las infección intestinal, sino que también pueden entrenarse para desarrollar una forma innata de memoria inmunológica que puede proteger el huésped durante la reinfección
El estudio, que fue publicado en la revista 'Science', destaca que el sistema inmunitario innato juega un papel crucial en la regulación de las interacciones huésped-microbio y, especialmente, en la protección contra los patógenos que invaden la mucosa.
Combatir las infecciones por 'Escherichia coli', que son responsables de enfermedades intestinales o hemorragias gastrointestinales, es un gran desafío para la salud pública. Estas bacterias, que están presentes en el agua potable o en los alimentos, pueden causar diarrea persistente asociada a una inflamación intestinal aguda. Además, es responsable de casi el 9% de las muertes infantiles en todo el mundo.
La mucosa intestinal alberga un complejo sistema de defensa que le permite combatir la infección por patógenos mientras mantiene la tolerancia a la microbiota comensal, que es esencial para el funcionamiento normal del organismo. Esta vigilancia constante la realiza el sistema inmunitario innato, que proporciona una defensa temprana en las primeras horas tras la infección.
Luego, el sistema inmunitario adaptativo desarrolla una memoria para los patógenos que encuentra mediante la activación de receptores específicos expresados en la superficie de los linfocitos B y T, lo que permite la producción de anticuerpos protectores y citocinas inflamatorias. A diferencia de la función claramente establecida del sistema adaptativo en la tolerancia y protección a largo plazo, queda por determinar el papel del sistema innato en la memoria inmunológica.
En 2008, el equipo dirigido por el científico del Inserm James Di Santo de la Unidad de Inmunidad Innata, del Institut Pasteur/Inserm, describió las células linfoides innatas del grupo 3 (ILC3) como una nueva familia de linfocitos que eran distintos de los linfocitos T y B adaptativos.
Las ILC3 desempeñan un papel esencial en la respuesta inmunitaria innata, especialmente en la mucosa intestinal, al producir citocinas proinflamatorias, como la interleucina (IL)-22. La liberación de citocinas activa la producción de péptidos antimicrobianos por parte de las células epiteliales, reduciendo así la carga bacteriana para mantener la integridad de la barrera intestinal.
Los científicos de la Unidad de Inmunidad Innata utilizaron un protocolo innovador para exponer el sistema inmunitario a un desafío de enterobacterias con restricción de tiempo basado en 'Citrobacter rodentium' (un modelo de ratón de infección por 'E. coli'). Observaron que las ILC3 persisten durante varios meses en un estado activado después de la exposición a 'C. rodentium'. Durante una segunda infección, las ILC3 "entrenadas" tienen una capacidad superior para controlar la infección a través de una mayor proliferación y producción masiva de IL-22.
"Nuestra investigación demuestra que las ILC3 intestinales adquieren memoria para fortalecer las defensas de la mucosa intestinal contra infecciones repetidas a lo largo del tiempo", explica Nicolas Serafini, primer autor del estudio y científico de Inserm en la Unidad de Inmunidad Innata.
"La capacidad de 'entrenar' el sistema inmunitario innato en la mucosa allana el camino para mejorar las defensas del cuerpo contra una variedad de patógenos que causan enfermedades humanas", comenta James Di Santo, último autor del estudio y director de la Unida Innate Immunity.
Este descubrimiento demuestra un nuevo mecanismo de defensa inmune antibacteriano y podría conducir, a largo plazo, a nuevos enfoques terapéuticos para tratar enfermedades intestinales (EII o cáncer).