SEVILLA 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
El estudio liderado por investigadores del Instituto de Parasitología y Biomedicina 'López-Neyra' (Ipbln), perteneciente al CSIC, ha proporcionado nuevas perspectivas sobre la enfermedad de arteritis de células gigantes (GCA), una patología que cuenta con escasos diagnósticos y tratamientos. La investigación ha comprendido sus bases biológicas y ha abierto nuevas vías para desarrollar tratamientos más efectivos y personalizados.
Este estudio ha sido publicado en la "prestigiosa" revista de autoinmunidad 'Journal of Autoimmunity' y ha sido liderado por los investigadores Elkyn Estupiñan, Lourdes Ortiz y Javier Martín del Ipbln. También han participado investigadores del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras y el Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer del Hospital Clinic de Barcelona.
El CSIC, en su nota de prensa, ha explicado que la arteritis es una enfermedad inflamatoria que afecta a los grandes vasos sanguíneos y cuya causa exacta es difícil de entender. Una patología caracterizada por la inflamación de las arterias que puede causar síntomas, algunos de ellos graves, como la pérdida de visión permanente o el infarto cerebral.
En la arteritis de células gigantes las células implicadas en la defensa contra enfermedades (T CD4+), están alteradas y liberan moléculas que promueven la inflamación. Sin embargo, los mecanismos moleculares alterados --responsables de que estas células desencadenen la inflamación-- siguen siendo una incógnita.
El estudio ha analizado cómo las células T CD4+ se comportan en pacientes con GCA en distintas etapas de la enfermedad. El equipo de investigadores ha estudiado el comportamiento de estas células en 70 pacientes con arteritis y en 28 personas sanas. Los resultados han revelado que las células T CD4+ de los pacientes afectados se diferencian en la expresión de ciertos genes relacionados con el sistema inmunitario.
Además, el estudio ha explorado cómo ciertas vías moleculares, como las relacionadas con la señalización de interleucinas --proteínas que regulan la respuesta inmunitaria--, podrían estar implicadas en el desarrollo de la enfermedad. También ha identificado cambios en vías de muerte celular programada y en la comunicación entre células T y monocitos --otro tipo de células inmunitarias implicadas en el desarrollo de esta patología--.
El CSIC ha concluido que gracias a esta investigación se ha logrado una mejor comprensión de los procesos biológicos implicados en el desarrollo de la enfermedad. Además, ha subrayado que en la práctica clínica podrían identificar biomarcadores que ayudarían a mejorar el diagnóstico y tratamiento de los pacientes que padecen "esta enfermedad severa".