MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de estudio de MedUni Vienna (Austria) ha identificado el papel de un subtipo específico de macrófagos (glóbulos blancos) en la enfermedad progresiva del hígado graso no alcohólico.
Los resultados han sido publicados recientemente en el reconocido 'Journal of Hepatology' y señalan que estas células ienen una función protectora contra la fibrosis y la cirrosis hepática. Al mismo tiempo, son útiles como biomarcadores de la progresión de la enfermedad hepática, ya que pueden medirse mediante un análisis de sangre.
Hasta ahora, indican los científicos, se desconocía el papel de los macrófagos positivos para TREM2 en la enfermedad del hígado graso no alcohólico. El equipo de investigación de MedUni Vienna, dirigido por Christoph Binder y Tim Hendrikx, del Departamento de Medicina de Laboratorio, ha podido demostrar en un modelo animal que estos macrófagos específicos tienen una función protectora en la fibrosis, un precursor de la cirrosis hepática.
El equipo de estudio interdisciplinario también ha demostrado en modelos de trasplante de médula ósea que la deficiencia hematopoyética de TREM2 impide el almacenamiento eficiente de grasa y la descomposición del exceso de tejido conectivo (matriz extracelular), lo que provoca un aumento de la esteatohepatitis, la muerte celular y la fibrosis.
Por tanto, los macrófagos TREM2-positivos cumplen una importante función protectora en la enfermedad del hígado graso no alcohólico, donde previenen la acumulación de grasa, los procesos inflamatorios y la progresión de la enfermedad a fibrosis hepática. "Puede ser posible desarrollar nuevos enfoques terapéuticos para tratar la hepatitis del hígado graso al mejorar esta función protectora de los macrófagos positivos para TREM2", dijo Florentina Porsch, coautora del estudio.