MADRID 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una investigación española ha detectado que, aparte de Notch 1, hay otros receptores y efectores de la vía de Notch responsables de la aparición de la estenosis aórtica, que, en un futuro, podrían ser útiles para el desarrollo de nuevas dianas terapéuticas para tratar esta patología.
En concreto, los resultados del estudio, que se publica en 'Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology', sugieren que Notch 2 y Notch 4 también estaban presentes en las válvulas aórticas de los ratones adultos analizados.
La vía de Notch es un sistema de comunicación entre células adyacentes. Una célula señalizadora envía un mensaje a una célula vecina que puede expresar cuatro tipos diferentes de receptores en humanos: Notch 1, Notch 2, Notch 3 y Notch 4.
Para llevar a cabo esta investigación, los científicos de la Red de Investigación Cardiovascular (RECAVA) perteneciente al Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Ciencia e Innovación, dirigidos por José Luis de la Pompa y Francisco Fernández-Avilés, han generado ratones modificados genéticamente con una mutación heterocigota (sólo en una de las dos copias de un gen).
A estos ratones se les administró durante 4 meses una dieta con alto contenido en colesterol para provocar acumulación de lípidos en las válvulas, de manera similar a lo que ocurre en las arterias con ateroesclerosis, y vitamina D para favorecer la calcificación. Además, los resultados han sido corroborados por los mismos autores en estudios con células extraídas de las válvulas.
La estenosis aórtica es un estrechamiento anormal de la válvula aórtica que, cuando obstruye el paso de la sangre del ventrículo izquierdo a la aorta, provoca varios problemas cardiacos que pueden comprometer la vida de los pacientes. Su prevalencia aumenta con la edad y afecta aproximadamente al 2 por ciento de la población mayor de 65 años, al 3 por ciento de las personas mayores de 75 años y al 4 por ciento de los que superan los 85 años.
Las causas más frecuentes de esta enfermedad son la calcificación de las válvulas y la presencia de la válvula aórtica bicúspide, que es una de las enfermedades congénitas cardiacas más frecuentes, que afecta a entre al 1 y al 2 por ciento de la población.