MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores han utilizado células madre de corazón y pulmón infectadas por el virus que causa la COVID-19 para comprender mejor cómo afecta la enfermedad a los distintos órganos, lo que allana el camino para tratamientos más específicos, según anuncian en la revista 'Stem Cell Reports'.
La investigación, codirigida por el Instituto Murdoch de Investigación Infantil y el Instituto Peter Doherty de Infección e Inmunidad, en Australia, descubrió que las respuestas al SARS-CoV-2 variaban significativamente según el tipo de célula, lo que permitió al equipo identificar fármacos antivirales eficaces para tratar la infección en células de corazón y pulmón.
El profesor asociado del Murdoch Children's David Elliott, también investigador principal del Centro de Medicina de Células Madre de la Fundación Novo Nordisk (reNEW), afirmó que el descubrimiento de que el COVID-19 desencadenaba respuestas celulares variables en distintos órganos aportaría nuevos conocimientos sobre las estrategias de tratamiento.
"Para ampliar nuestros conocimientos sobre las repercusiones del SRAS-CoV-2 en los distintos órganos, hemos creado en el laboratorio células madre humanas para convertirlas en células pulmonares y cardiacas y las hemos infectado con el virus", explica.
"Descubrimos que el corazón y los pulmones presentan perfiles antivirales y de toxicidad distintos que podrían servir de base para mejorar las terapias contra el COVID-19 y tratar sus complicaciones --prosigue--. Nuestros hallazgos destacan la importancia de utilizar varios tipos de células para la evaluación de fármacos antivirales con el fin de determinar las mejores combinaciones de fármacos para el tratamiento eficaz de un virus que afecta a múltiples sistemas de órganos".
El profesor Kanta Subbarao, virólogo del Hospital Real de Melbourne y de la Universidad de Melbourne y director del Centro Colaborador de la OMS de Referencia e Investigación sobre la Gripe del Instituto Doherty, señaló que, mientras que el SARS-CoV-2 infecta principalmente las vías respiratorias, en los casos graves de COVID-19 se producen complicaciones pulmonares y cardiacas.
Se observan complicaciones cardiacas en hasta el 78% de los pacientes con COVID-19 recuperados e inflamación miocárdica continua en el 60% de los pacientes.
"Aunque las vacunas contra el COVID-19 son muy eficaces para prevenir la enfermedad grave y la muerte, se necesitan compuestos antivirales para el tratamiento del COVID-19, sobre todo con la aparición de variantes del virus que evaden la inmunidad --afirma--. Hasta la fecha, sólo un puñado de fármacos han sido aprobados para su uso en pacientes hospitalizados por COVID-19 y se necesitan más".
El estudio también analizó los fármacos aprobados para tratar la COVID-19, entre ellos Remdesivir y Molnupiravir, y se descubrió que algunos eran más eficaces que otros para tratar la infección en células madre de pulmón y corazón. Se identificaron Alectinib y SPHINX31 como antivirales prometedores para el SARS-CoV-2 tanto en células de pulmón como de corazón.
"Hemos aportado información valiosa sobre las interacciones entre el virus y el huésped en los tejidos que se ven afectados de forma significativa en el COVID-19, con implicaciones que ampliarán las opciones terapéuticas", subraya el profesor Subbarao.