MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La investigación de biomarcadores en cáncer de vejiga optimiza la selección de pacientes candidatos a inmunoterapia, según una investigación sobre biomarcadores en cáncer de vejiga metastásico, presentada por el jefe del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid y jefe de Investigación Clínica de la Fundación MD Anderson Cancer Center España, Enrique Grande, en el congreso de la European Society for Medical Oncology (ESMO), celebrado en París (Francia).
"Necesitamos biomarcadores para predecir o intentar seleccionar a los pacientes que mejor van a responder a las terapias. Ahora, empezamos a ponernos de acuerdo en qué tumor denominamos PD-L1 positivo en cáncer de vejiga, lo que supone un paso más a la hora de seleccionar pacientes potencialmente candidatos a recibir inmunoterapia", ha dicho.
Se estima que, a lo largo de 2022, se detectarán 22.295 nuevos casos de cáncer de vejiga en España. Para este tipo de tumor, que es el quinto más frecuente, después de los de pulmón, colon, mama y próstata, la investigación de biomarcadores que ayuden a seleccionar mejor a los candidatos a beneficiarse de la inmunoterapia, es clave para su recuperación. Al mismo tiempo, esta personalización evita la toxicidad en aquellos pacientes que no van a responder a la inmunoterapia y permite la búsqueda de tratamientos alternativos contra el tumor.
El PD-L1 es una proteína que se encuentra en la membrana tanto de las células tumorales como de las células del sistema inmune, capaz de ser detectada a través de diversos test diagnósticos. La sobreexpresión de esta proteína en células cancerosas permite que éstas no puedan ser reconocidas por el sistema inmunitario y eviten ser atacadas como sustancias extrañas y dañinas. La inmunoterapia se ocupa precisamente de romper la invisibilidad del tumor, con el objetivo de que el sistema inmunitario reconozca y combata las células tumorales, evitando así su proliferación.
La posibilidad de detectar la expresión de PD-L1 para cáncer de vejiga se traduce en tratamientos más personalizados y eficaces. "Con estos métodos de detección, evitamos la toxicidad en aquellos pacientes cuya respuesta no va a ser eficaz frente a la medicación. Las recomendaciones actuales de inmunoterapia se basan en tratar a todos los pacientes, sabiendo que realmente estaríamos beneficiando a entre un 20 por ciento y un 30 por ciento.
El especialista ha subrayado la importancia de la investigación en biomarcadores que permitan la administración de inmunoterapia en cáncer de vejiga, especialmente en los diagnósticos con metástasis. "La tendencia es que, en algunos de estos pacientes, se puede evitar dar quimioterapia y el tumor siga sin progresar o siguen vivos años después de empezar el tratamiento. Cuando solo disponíamos de quimioterapia, la esperanza de vida de estos pacientes apenas superaba el año. Ahora, empezamos a tener pacientes que viven dos, tres, cuatro e incluso cinco años", ha zanjado el experto.