La rutina, efectiva para que los niños bajen de peso

Actualizado: martes, 10 septiembre 2013 17:18
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NUEVA YORK, 10 Sep. (Reuters/EP) -

   Científicos del Massachusetts General Hospital for Children de Boston, en Estados Unidos, han visto que los cambios en determinados hábitos de vida de los niños, como intentar que coman junto a sus padres, limitarles las horas de televisión o dormir más, son efectivos para lograr que pierdan peso.

   Así lo han demostrado en un estudio cuyos resultados publica la revista 'JAMA Pediatrics', en el que comprobaron que éstas y otras medidas favorecían una pérdida de peso de medio kilo en seis meses, con respecto a los niños que mantenían otra rutina.

   Investigaciones previas han mostrado que ciertas rutinas del hogar --como comer en familia y pasar sólo un par de horas al día frente al televisor-- están asociadas a una reducción del riesgo de ser obesos durante la infancia.

   Y también es conocido que los niños de familias de menos ingresos son más propensos a tener sobrepeso y obesidad que los niños de familias más ricas.

   Para este nuevo estudio, la doctora Elsie Taveras y su equipo seleccionaron a 121 familias con niños de entre dos y cinco años, la mayoría de raza negra o latinos, y aleatoriamente las incluyeron en un programa de asesoramiento sobre hábitos de vida saludables o en un programa más convencional.

   Las 62 familias asignadas a dicho grupo recibieron cuatro visitas a su domicilio y cuatro llamadas telefónicas de un equipo de educadores de la salud, material educativo y mensajes de texto semanales con una serie de medidas o consejos para llevar una vida sana, sin mencionar en ningún caso de forma específica la obesidad o la necesidad de perder peso.

   Por su parte, las 59 familias asignadas al azar al grupo de tratamiento convencional recibieron materiales educativos, como libros para colorear, pero no se especificaba ningún tipo de rutina en el hogar.

   Después de seis meses, los investigadores vieron que los niños del primer grupo dormían casi una hora más que los niños asignados al grupo de tratamiento convencional, al tiempo que también habían reducido su tiempo frente al televisor en torno a una hora diaria.

   Y aunque no se detectaron cambios en el número de comidas, si vieron que en este grupo había más familias que compartían este momento en lugar de comer por separado.

   Los investigadores encontraron que los niños del grupo de atención convencional tuvieron un pequeño aumento en el índice de masa corporal (IMC), mientras que los del primer grupo presentaban una ligera disminución, con una diferencia de alrededor de medio kilo.

   "Es un pequeño descenso, pero no insignificante en un período de seis meses en niños en desarrollo", dijo Taveras.

   A pesar de las limitaciones del estudio, como las pequeñas diferencias de IMC y las dudas sobre si las mejoras introducidas se van a mantener a largo plazo, el profesor de la Universidad de Indiana Aaron Carroll reconocía en un artículo adicional que el enfoque es "factible y exitoso".

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