MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los adolescentes que fueron severamente intimidados cuando eran niños por sus compañeros presentan un mayor riesgo de problemas de salud mental, incluidos pensamientos y conductas suicidas, de acuerdo con los resultados de una nueva investigación que se publica en 'CMAJ' ('Canadian Medical Association Journal').
"Nuestros hallazgos mostraron una tendencia general, en alrededor del 15 por ciento de los niños, de estar expuestos a los niveles más severos de victimización desde el comienzo de su educación hasta la transición a la escuela secundaria", escribe la doctora Marie-Claude Geoffroy, de 'McGill Group for Suicide Studies', de la Universidad McGill, en Montreal, Quebec, con coautores.
"Esos niños tenían mayor riesgo de síntomas debilitantes depresivos/distímicos o ansiedad y de tendencias suicidas en la adolescencia que los niños menos severamente victimizados, incluso después de tener en cuenta una gran cantidad de factores de confusión evaluados durante toda la infancia", agrega.
Los autores analizaron los datos del 'Estudio Longitudinal de Quebec sobre el Desarrollo Infantil' de 1.363 niños nacidos en 1997/98 que fueron seguidos hasta la edad de 15 años. Los científicos evaluaron a los niños, basándose en la información aportada por ellos mismos sobre la victimización entre iguales, a las edades de 6, 7, 8, 10, 12 y 13 años. La autoinformación sobre la victimización es una de las limitaciones del estudio.
CASI 3,5 VECES MÁS DE RIESGO DE PENSAMIENTOS SUICIDAS
Los participantes procedían de una gama de entornos socioeconómicos, estructuras familiares, con un poco más de mujeres (53 por ciento) que de hombres. Se clasificó a los participantes en ninguna/baja victimización, victimización moderada y victimización severa. Los niños que experimentaron victimización severa de sus compañeros tenían más del doble de probabilidades de informar de sufrir depresión o tener bajo estado de ánimo a la edad de 15 años en comparación con aquellos que experimentaron baja o ninguna victimización, y tres veces más probabilidades de declarar ansiedad.
Lo más preocupante es que el grupo de victimización severa presentaba casi 3,5 veces más probabilidades de informar de tener pensamientos suicidas serios o intentos de suicidio en comparación con el grupo de ninguno/bajo. Los niños que experimentaron una victimización moderada no tuvieron más riesgo de declarar que sufría problemas de salud mental.
Alrededor del 59 por ciento de los participantes había experimentado alguna victimización entre iguales en los primeros años de la escuela primaria, aunque generalmente disminuyó a medida que los niños crecían. "Aunque la victimización entre iguales comienza a disminuir al final de la infancia, los individuos en el grupo de victimización severa todavía estaban expuestos al más alto nivel de victimización en la adolescencia temprana", escriben los autores.
"Nuestros resultados, junto con los de muchos otros estudios, sugieren que la victimización severa de los compañeros puede contribuir al desarrollo de problemas de salud mental en la adolescencia. Por lo tanto, es importante prevenir la victimización severa al principio de la vida", dicen los autores, instando a comenzar iniciativas 'antibullying' antes de que los niños entren en la escuela.