Interrumpir la terapia endocrina para intentar el embarazo tras un cáncer de mama no empeora el pronóstico

Archivo - Embarazada mirando una ecografía.
Archivo - Embarazada mirando una ecografía. - ISTOCK - Archivo
Publicado: miércoles, 3 mayo 2023 23:09


MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -

Pausar la terapia endocrina para poder quedarse embarazada --bajo control médico y durante un periodo temporal que no supere los dos años-- no incrementa el riesgo de recaída a corto plazo en pacientes jóvenes con cáncer de mama hormonosensible, según un estudio coordinado en España por el Grupo Solti de investigación clínica en cáncer y el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama.

Los resultados, publicados en 'New England Journal of Medicine', indican que el riesgo de recaída de estas pacientes es del 8,9 por ciento, frente a un 9,2 por ciento en pacientes de condición equivalente que no pausaron la terapia en busca de un embarazo.

La terapia endocrina, indicada para el tratamiento adyuvante en los casos de cáncer de mama con receptores hormonales positivos, puede provocar malformaciones en el feto, por lo que se desaconseja a las pacientes que se queden embarazadas mientras la toman.

Por otro lado, los tumores con receptor hormonal positivo son los que pueden presentar un riesgo más elevado de recaída por el aumento de estrógenos durante la gestación.

Esta investigación, que lleva por nombre Positive, es el primer estudio prospectivo diseñado para dar respuesta a la inquietud de las mujeres que se diagnostican de cáncer de mama en edad temprana y sin haber completado su deseo de ser madres. Se estima que entre el 40 y el 60 por ciento de las pacientes a las que se diagnostica un cáncer de mama a los 40 años o antes están preocupadas por su futura fertilidad.

La doctora coordinadora del estudio en España, jefa de la unidad de cáncer de mama del Hospital Vall d'Hebron y VHIO, Cristina Saura, apunta que "la evidencia de este estudio pionero refuerza la idoneidad de apostar por la preservación de la fertilidad antes de iniciar el tratamiento oncológico y abre la posibilidad de un embarazo seguro para aquellas pacientes con cáncer de mama que lo deseen, una vez que han realizado al menos 18 meses de terapia endocrina adyuvante".

Hasta ahora, la recomendación era empezar a buscar el embarazo pasados un mínimo de 5 años tras haber superado el cáncer de mama y siempre que no hubiera ninguna recaída; "una ventana temporal que suele alargarse y que puede dificultar la planificación familiar", añade la doctora Saura.

Según Saura, "los resultados de Positive pueden cambiar las guías clínicas actuales, reduciendo el tiempo desde el diagnóstico hasta el momento recomendable para iniciar la búsqueda del embarazo para aquellas mujeres que no han satisfecho el deseo de ser madres antes de la enfermedad". No obstante, aclara que el seguimiento a largo plazo de estas pacientes será "fundamental" para corroborar estos datos.

CONOCIMIENTO SOBRE LA RELACIÓN ENTRE CÁNCER DE MAMA Y EMBARAZO

Por su parte, el doctor Manuel Ruiz Borrego, co-coordinador del estudio Positive en España, jefe de la unidad de Cáncer de Mama del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, añade que la investigación arroja "resultados esperanzadores" para aquellas jóvenes diagnosticadas de cáncer de mama que quieren ser madres, y aporta conocimiento a la comunidad científica sobre la relación entre este tumor y el embarazo, "que puede cambiar el paradigma en el manejo de esta enfermedad cuando las pacientes desean ser madres".

"Sabemos que el cáncer de mama es cada vez más frecuente en mujeres jóvenes y por tanto coincide con el deseo de ser madre de muchas de ellas. Por esta razón, fertilidad y embarazo resultan preocupaciones importantes tanto para las pacientes oncológicas como para los investigadores, que buscan encontrar herramientas que permitan abordar estos casos de forma óptima", señala el doctor Ruiz Borrego.

LOS PRIMEROS CASOS DE ÉXITO

Los resultados demuestran además que las tasas de concepción y parto están a la par o eran superiores a las de la población en general. De 497 mujeres a las que se hizo seguimiento para ver si se habían quedado embarazadas, 317 dieron a luz al menos a un hijo y nacieron un total de 365 niños; lo que significa que ha habido embarazos múltiples y mujeres que han tenido más de un hijo, a través de embarazos consecutivos.

La paciente participante Laura Lavall ha comentado que le detectaron el cáncer cuando estaba embarazada de su hija mayor. "Me practicaron la cirugía estando embarazada de 27 semanas y, una vez dado a luz, empezamos la radioterapia y el tratamiento hormonal (este por 5 años). Tenía 35 años cuando me convertí en madre por primera vez. Y siempre tuve muy claro que, dentro de las posibilidades, quería intentar ser madre de nuevo", detalla.

En circunstancias habituales, esta paciente debía finalizar el tratamiento hormonal y entonces intentar ser madre de nuevo, lo que le implicaba situarse por encima de los 40 años. "Pero este estudio implicaba pausar el tratamiento a los dos años de su inicio para intentar quedarme embarazada, reprendiéndolo tras la gestación y lactancia (con un pecho). Y así fue", ha continuado.

Lavall ha contado que el proceso y seguimiento han salido bien, a pesar de ser periodos de riesgo por el aumento de hormonas, el embarazo y lactancia. "Ahora hace 4 meses que he vuelto al tratamiento hormonal, para prevenir recaídas, y ya hace un año que fui madre por segunda vez y 5 años que lo fui por primera" recuerda.

"Estoy muy contenta de haber podido contribuir a la investigación sobre el embarazo después del cáncer de mama ya que cada vez somos más las mujeres que padecemos la enfermedad siendo jóvenes. Se está pudiendo demostrar que el cáncer de mama en mujeres jóvenes no tiene que ser siempre sinónimo de no poder ser madres posteriormente", concluye Lavall.

Los investigadores continúan el seguimiento de las participantes en el estudio para evaluar el riesgo de recaída a lo largo del tiempo, algo que será fundamental para confirmar estos primeros resultados a corto plazo, que surgen tras un seguimiento a 41 meses. No obstante, estos primeros datos sientan ya un precedente que puede ayudar en la toma de decisiones de las pacientes que deseen ser madres siempre previa recomendación y con debido seguimiento de sus oncólogos.

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