El interés social por los fármacos para perder peso potencia el uso de otras alternativas no farmacológicas

Archivo - Una persona utilizando Ozempic.
Archivo - Una persona utilizando Ozempic. - Ricardo Rubio - Europa Press - Archivo
Publicado: lunes, 8 enero 2024 12:20

MADRID, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

Una nueva investigación llevada a cabo por Allurion ha revelado que la alta visibilidad de los fármacos GLP-1, como 'Ozempic' o 'Saxenda' y otros medicamentos usados para perder peso, tanto por sus beneficios como por sus efectos adversos, influye de forma positiva en la percepción social de otras alternativas no farmacológicas para la pérdida de peso como el uso de un balón gástrico.

Estos medicamentos contra la obesidad están ganando terreno en el mercado global y, de hecho, se prevé que el mercado mundial de medicamentos contra la obesidad -en concreto de los agonistas del receptor del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1)- alcance los 100.000 millones de dólares en 2030. Diversas investigaciones confirman que estos productos han alterado de manera significativa la forma con la que se aborda el tratamiento del sobrepeso y han servido para aumentar la concienciación sobre la urgente necesidad de hacer frente a la crisis de la obesidad.

En septiembre de 2023, Allurion realizó una encuesta a 172 profesionales de la salud para medir el impacto potencial del crecimiento del mercado de los GLP-1 en el nivel de conocimiento del Programa Allurion.

Los resultados ofrecen información sobre la manera con la que la información que se publica sobre los GLP-1 influye de forma positiva en la percepción y actitud de los ciudadanos hacia la pérdida de peso en general, y el papel que otras alternativas presentes en dicho Programa pueden desempeñar para los pacientes que buscan un enfoque más integral para la pérdida de peso.

En concreto, las respuestas a la encuesta ponen de relieve la creencia entre los profesionales de que la introducción de medicamentos contra la obesidad como los GLP-1 han tenido un impacto positivo en la concienciación y el interés por otras opciones de tratamiento médico para la pérdida de peso, incluido el Programa Allurion.

Entre las principales conclusiones del estudio destaca que cerca de un tercio de los profesionales de la salud afirman que sus pacientes han probado los GLP-1 antes de iniciar el Programa Allurion. Según los resultados de la encuesta, los tres factores principales que han influido en la decisión de iniciar el Programa Allurion han sido la recomendación del médico; la preferencia por evitar los efectos no deseados de los medicamentos para perder peso; y la capacidad del Programa Allurion para favorecer una pérdida de peso rápida y sostenible.

El 89 por cierto de los profesionales de la salud consideran que el Programa Allurion es un tratamiento adecuado para conseguir al menos un 10 por ciento de pérdida de peso corporal total de forma rápida y sostenible. Asimismo, los profesionales de la salud que han recetado los GLP-1 han experimentado un aumento del 59 por ciento en las consultas de pacientes sobre otros tratamientos médicos para perder peso.

El 45 por ciento de los profesionales cree que los nuevos medicamentos contra la obesidad han aumentado el conocimiento y el interés por el Programa Allurion, mientras que el 34 por ciento afirma que no han tenido ningún impacto. Por otro lado, la compañía también ha realizado un sondeo entre 1.663 pacientes del Programa Allurion de 64 países. En general, los resultados fueron similares a los de la encuesta realizada a los profesionales de la salud.

Entre los pacientes que habían oído hablar de los GLP-1 (1.014), el 61 por ciento era más consciente de que la dieta y el ejercicio y por sí solos no bastaban para tratar la obesidad. El 64 por ciento creía que conocer los GLP-1 había aumentado su conocimiento de la disponibilidad de tratamientos médicos para perder peso.

Entre los pacientes que han probado los GLP-1 (365) el 85 por ciento los había interrumpido antes de iniciar el Programa Allurion. Los dos principales motivos de abandono fueron no alcanzar sus objetivos de pérdida de peso (36%) y los efectos secundarios negativos (32%).

Más de una cuarta parte (449) de los encuestados no tenía la intención de probar fármacos adelgazantes en el futuro porque no querían tomar un fármaco o les preocupaban los posibles efectos negativos para la salud.