MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos) han ofrecido nuevas pistas sobre cómo prevenir la inflamación del tejido cerebral, que promueve la enfermedad de Alzheimer. Sus hallazgos, publicados en la revista 'Neuron', podrían contribuir al desarrollo de nuevas terapias para esta patología neurodegenerativa.
Se sabe que los cerebros de las personas con Alzheimer se llenan de depósitos de células nerviosas dañadas y otras proteínas, conocidas como placas amiloides, así como formaciones enredadas de proteínas llamadas tau. Pero si solo se tienen placas y ovillos, probablemente no se desarrollará la enfermedad durante mucho tiempo. Es la inflamación que ocurre en respuesta a las placas y ovillos, conocida como neuroinflamación, la principal causa de muerte de las neuronas, lo que conduce al declive cognitivo.
Estos mismos científicos descubrieron en 2008 el primer gen asociado con la neuroinflamación en Alzheimer, conocido como 'CD33', que porta el código genético de los receptores que se encuentran en las células de la microglia, que normalmente actúan como una de las 'amas de llaves' del cerebro, eliminando los desechos neurológicos, incluyendo placas y ovillos. En 2013, también evidenciaron que 'CD33' influye en la actividad de la microglia: cuando el gen está altamente expresado, la microglia pasa de ser una 'ama de llaves' a una 'asesina' de neuronas, lo que desencadena la neuroinflamación.
Mientras tanto, otros investigadores identificaron otro gen, 'TREM2', que tiene el efecto contrario al de 'CD33': inhibe la capacidad de la microglia para promover la neuroinflamación. En otras palabras, 'CD33' es el interruptor de 'encendido' para la neuroinflamación, mientras que 'TREM2' actúa como un interruptor de 'apagado'. "El Santo Grial en este campo ha sido descubrir cómo desactivar la neuroinflamación en la microglia", apuntan los investigaciones.
En su nuevo trabajo, se propusieron descubrir cómo interactúan 'CD33' y 'TREM2', y qué papel podría desempeñar esa relación en la neuroinflamación y el origen del Alzheimer. Para ello, se plantearon qué sucede cuando estos genes de importancia crítica son silenciados individual y simultáneamente.
Para encontrar respuestas, estudiaron ratones de laboratorio especialmente criados para tener cambios cerebrales y comportamiento consistente con el Alzheimer. El equipo comenzó observando y probando una cepa de ratones a los que se les habían desactivado los genes 'CD33'. Descubrieron que estos ratones tenían niveles reducidos de placa amiloide en sus cerebros y se desempeñaban mejor que otros ratones con Alzheimer en pruebas de aprendizaje y memoria, tales como encontrar su camino en un laberinto.
Sin embargo, cuando silenciaron tanto 'CD33' como 'TREM2', los beneficios para el cerebro y el comportamiento de los ratones desaparecieron, lo que también ocurrió cuando solo se silenció un solo gen de 'TREM2'. "Eso nos dice que 'TREM2' está trabajando en la dirección de 'CD33' para controlar la neuroinflamación", señalan. Esa teoría fue reforzada por la secuenciación del ARN de la microglia, que indicaba que tanto 'CD33' como 'TREM2' regulan la neuroinflamación al aumentar o disminuir la actividad de una célula inmune llamada 'IL-1 beta' y el receptor celular 'IL-1RN'.