MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un gran estudio de cohorte de mujeres que han tenido una o más cesáreas previas sugiere que intentar un parto vaginal en un embarazo posterior se asocia con mayores riesgos de salud tanto para la madre como para el bebé que decantarse por una cesárea nuevamente.
La investigación, publicada en la revista de acceso abierto 'PLOS Medicine', aborda la falta de información sólida sobre los resultados de las opciones de nacimiento después de una cesárea previa y puede usarse para aconsejar a las mujeres sobre sus elecciones.
En todo el mundo ha habido un aumento en el parto por cesárea, lo que lleva a una mayor proporción de mujeres embarazadas con antecedentes de cesárea. Las pautas recomiendan que estas mujeres reciban asesoramiento sobre los beneficios y los daños de planificar una cesárea posterior o intentar un parto vaginal, sin embargo, hay poca evidencia al respecto.
Kathryn Fitzpatrick, del Departamento de Salud de la Población de Nuffield, de la Universidad de Oxford, y sus colegas utilizaron datos de 74.043 nacimientos a término de bebés en Escocia entre 2002 y 2015. Para las mujeres que tuvieron una cesárea previa, los investigadores estimaron los resultados de salud materna y perinatal a corto plazo asociados con el intento de un parto vaginal en comparación con la planificación de otra cesárea.
Un total de 45.579 mujeres dieron a luz por cesárea planificada y hubo otros 28.464 intentos de parto vaginal, el 28,4% de los cuales tuvieron una cesárea de emergencia.
Intentar el parto vaginal se asoció con un mayor riesgo de que la madre tenga problemas graves de nacimiento y posparto en comparación con la elección de otra cesárea. Así, intentar el parto vaginal tenía más probabilidades de provocar ruptura uterina, una transfusión de sangre, sepsis, lesión quirúrgica y resultados más graves en los bebés, como muerte fetal, ingreso a unidad neonatal, reanimación que requiere medicamentos o intubación, o un puntaje de Apgar menor de siete a los cinco minutos.
El riesgo absoluto de complicaciones fue pequeño para cualquier tipo de parto. En general, solo el 1,8% de quienes intentaron un parto vaginal y el 0,8% de quienes tuvieron una cesárea planificada experimentaron complicaciones maternas graves. El 8% de las que intentaron un parto vaginal y el 6,4% de las que tuvieron una cesárea planificada tuvieron uno o más de los resultados adversos examinados.
Kathryn Fitzpatrick, quien dirigió el estudio, señala: "Nuestros hallazgos se pueden usar para aconsejar y manejar a las mujeres con cesárea previa y deben considerarse junto con la evidencia existente sobre el mayor riesgo de morbilidad materna grave en embarazos posteriores asociados con cesárea electiva repetida".
A su juicio, "se necesitan más estudios para confirmar estos hallazgos e investigar los resultados a más largo plazo asociados con cesáreas múltiples o intentos de parto vaginal después de una cesárea previa".