MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
El martilleo prolongado y el cincelado aceleró la artritis degenerativa que padecía en las manos Miguel Ángel, escultor, pintor y uno de los más grandes artistas de todos los tiempos. Pero el intenso trabajo probablemente le ayudó a mantener el uso de sus manos hasta que murió, según concluye un equipo de médicos que analizó tres retratos del artista hasta llegar a su diagnóstico, que se detalla en 'Journal of the Royal Society of Medicine'.
Las tres pinturas eran de cuando Miguel Ángel tenía entre 60 y 65 años de edad y muestran que las pequeñas articulaciones de la mano izquierda se vieron afectadas por cambios degenerativos no inflamatorios que pueden interpretarse como artritis. En los retratos anteriores del artista, sus manos aparecen sin signos de deformidad.
El autor principal del estudio, el doctor Davide Lazzeri, especialista en Cirugía Estética y Plástica Reconstructiva en la Clínica Salaria Villa, Roma, Italia, explica: "Se desprende de la literatura que Miguel Ángel fue afligido por una enfermedad que involucró a sus articulaciones, En el pasado esto se ha atribuido a la gota, pero nuestro análisis muestra que se puede desestimar eso". Eso es así porque no hay signos de inflamación en las manos del artista y hay evidencia de ningún tofo, los pequeños trozos de cristales de ácido úrico que se pueden formar en la piel de las personas con gota.
Según las cartas escritas por Miguel Ángel, los síntomas de su mano aparecieron tarde en su vida y en 1552, en una carta a su sobrino, escribió que la escritura le provocaba gran malestar. A pesar de ello, continuó creando una obra maestra tras otra y fue visto esculpiendo hasta seis días antes de su muerte en 1564, tres semanas antes de su 89 cumpleaños. Para entonces, Miguel Ángel no podía escribir más y sólo firmaba sus cartas.
El doctor Lazzeri señala: "El diagnóstico de artrosis ofrece la única explicación plausible para la pérdida de Miguel Ángel de la destreza en la vejez y destaca su triunfo sobre la enfermedad ya que persistió en su trabajo hasta sus últimos días. De hecho, el trabajo constante e intenso podría haber ayudado a Miguel Ángel a mantener el uso de las manos durante el mayor tiempo posible".