Intensivistas destacan la ventilación protectora y el 'descúbito prono' como una de las medidas más efectivas

IV edición del congreso 'Día Mundial del Pulmón Crítico'-'The World Day of Critical Lung'
IV edición del congreso 'Día Mundial del Pulmón Crítico'-'The World Day of Critical Lung' - HM HOSPITALES
Publicado: jueves, 19 noviembre 2020 12:52

MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

Intensivistas reunidos en la IV edición del congreso 'Día Mundial del Pulmón Crítico'-'The World Day of Critical Lung' (WDCL), han señalado a la ventilación protectora, el 'decúbito prono' y el manejo conservador de los fluidos como las medidas más efectivas para los pacientes de COVID-19 ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs).

"El caos inicial en el manejo de los pacientes COVID-19 en UCI por la ausencia de un tratamiento efectivo, el elevado número de pacientes y su gravedad, se controló en HM Hospitales bajo el principio 'hagamos lo que sabemos hacer', priorizando la intubación oro-traqueal y el 'decúbito prono' precoz, la ventilación mecánica protectora y la sedación optimizada, evitando el uso de tratamientos compasivos sin evidencia científica demostrada", ha dicho el jefe de UCI de HM Hospitales, del Hospital Universitario Gregorio Marañón, José Eugenio Guerrero.

Además, el experto, que fue el encargado de recibir en nombre de todos los profesionales sanitarios de España en primera línea contra la COVID-19 el 'Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2020', ha comentado que la marea de pacientes al inicio de la pandemia provocó que estos profesionales pensaran que se desbordarían ya que recibieron enfermos de urgencias, de planta, de la pública, de otros hospitales.

"Sin embargo, se logró expandir las camas, se trabajó incontables horas, se sacó fuerzas de donde no lo había y hoy podemos afirmar que en HM Hospitales ningún paciente con Covid-19 que requirió cuidados críticos dejo de recibirlos", ha añadido.

Estas situaciones escenifican la gravedad de la situación que se vivió y se vive en las UCIs de todo el mundo, que se puso de manifiesto durante el evento, organizado por HM Hospitales, la Federación Panamericana e Ibérica de Sociedades de Cuidados Intensivos e Insimed.

Como respuesta a esta realidad asistencial, que pone a prueba la capacidad de los cuidados críticos de los sistemas sanitarios, los profesionales asistentes al congreso han destacado la importancia de la transferencia de conocimiento global, la formación continua y el entrenamiento constante de los profesionales sanitarios de Medicina Intensiva.

"La formación continua es imprescindible, si estudias salvarás unas cuantas vidas, sin embargo, si entrenas a miles de profesionales, con acciones mundiales y de calidad académica como el WDCL, seremos capaces de salvar muchas más vidas. La medicina intensiva se basa principalmente en la utilización de medidas de soporte relativamente sencillas como la ventilación protectora, el 'decúbito prono' o la resucitación; pero solo serán efectivas si se hacen siempre y bien. No precisamos grandes equipos, precisamos entrenarnos y hacer lo que sabemos hacer, pero bien", ha argumentado el organizador del WDCL e intensivista en el Hospital Universitario HM Sanchinarro, Orville Baez Pravia.

Asimismo, los expertos reunidos en el WDCL han señalado que en las fases iniciales de la pandemia el manejo de los pacientes tuvo momentos de caos producto del desconocimiento, la frustración que generaba la ausencia de un tratamiento efectivo y el elevadísimo número de pacientes graves.

"Desde las UCI de HM Hospitales siempre procuramos ser conservadores, cumplir con el dogma de 'primum non noncere'. Esta pandemia demostró que es fundamental tener una base de investigación sólida y de lectura crítica de la evidencia científica, a mayor crisis sanitaria, más tranquilidad, más mente fría y más rigurosidad científica", ha aseverado Orville Baez.

En ese sentido, el organizador del WDCL, intensivista del Hospital Universitario HM Sanchinarro e investigador, Pablo Cardinal-Fernández, ha comentado que a pesar que más del 90 por ciento de los pacientes de HM Hospitales que durante la primera ola de la pandemia terminaron en la UCI requirieron intubación oro-traqueal o estaban en shock, 6 de cada 10 sobrevivieron. "A pesar de la brutal carga de trabajo que el Grupo debió soportar, se priorizó la transferencia de conocimiento a regiones que en aquellos momentos no están tan afectadas", ha detallado.

PETICIÓN GLOBAL

Otra de las conclusiones en las que han coincidido los profesionales asistentes reside en mantener la concienciación sobre la peligrosidad de los efectos del virus como la mejor prevención. De hecho, han lanzado una petición a la sociedad: "Cuando un paciente llega a la UCI implica que muchas cosas han fracasado, comenzado por la prevención. Como intensivistas que vemos el sufrimiento y la muerte en múltiples ocasiones pedimos que se respeten las medidas de protección social como el distanciamiento, el uso de mascarillas y la higiene de manos", ha expresado el doctor Orville Baez.

La experiencia que durante la pandemia han vivido en primera persona los profesionales de la Medicina Intensiva, que incluye a médicos, enfermería, celadores, servicios de limpieza, también han dado muestras de una gran humanidad en el trato de los pacientes, cuando muchos de ellos se encontraban en momentos difíciles.

Todas las ponencias del WDCL se desarrollaron durante aproximadamente 12 horas y se organizaron para ser seguidas desde cuatro husos horarios diferenciados. La primera sesión corrió a cargo de la ANZIS, la sociedad australiana y neozelandesa de cuidados intensivos, y estuvo focalizada en enfermedades respiratorias bronco-obstructivas.

La segunda sesión abordó la inclusión de las mujeres en medicina intensiva, así como de los grupos vulnerables, con expertos de India, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. La tercera mesa estuvo organizada por el Instituto MEDSI de Rusia y contó con la participación de investigadores de la Academia Rusa de Ciencias.

La cuarta sesión estuvo organizada por el Centro de Investigación Biomédica en RED de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) con el objetivo de ahondar en cómo mejorar la interacción entre respirador y el paciente, causa de la lesión pulmonar y cuál ha sido la epidemiología del COVID-19 en España.

La quinta sesión contó con ponentes de España, Italia y Canadá y versó sobre cómo se puede trasladar la investigación básica a la práctica clínica. También se explicó la relación de los anticoagulantes en la COVID-19 y en las características diferenciales del distres pulmonar tradicional que provoca esta patología.

La sexta mesa hizo las veces de sesión inaugural y se ideó para inspirar a los inscritos con la experiencia de Sebastián Carrasco, un joven ecuatoriano que quedó parapléjico por un accidente y que ha logrado escalar varios volcanes en silla de ruedas y ahora se dedica a la fisioterapia respiratoria.

La Sociedad Europea de Cuidados Intensivos (ESICM) organizó la séptima ponencia en la que participaron especialistas de Alemania, Francia y España. En la misma se analizó si ventilar a un paciente COVID-19 en UCI boca abajo cuando han pasado muchos días de ventilación mecánica tiene un impacto similar que cuando han pasado pocos días.

La octava sesión escudriñó las nuevas técnicas y medicaciones para la sedación del paciente crítico y estuvo presidida por la ex-presidenta de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), Mari Cruz Delgado; mientras que la novena sesión estuvo organizada por la Federación Panamericana e Ibérica de Cuidados Intensivos y se centró estará en las infecciones respiratorias.

Por último, la décima mesa estuvo organizada por la Sociedad Americana de Cuidados Intensivos (SCCM) y puso de manifiesto los grandes hitos y el futuro de la medicina respiratoria, en especial el efecto de nuevos tóxicos como el vapeo.