MADRID 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Biomécanica (IBV) ha conseguido obtener una reconstrucción volumétrica en tres dimensiones (3D) del cuerpo humano a partir de termografías en dos dimensiones (2D), en un proyecto denominado 'copet' y que ha sido financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y los Fondos FEDER.
En concreto, el organismo ha conseguido aportar nuevas funcionalidades a esta técnica, donde destaca la posibilidad de distinguir si una persona sufre una patología crónica o cuenta con lesiones activas evaluando su temperatura, entre otros.
De hecho, se están explorando aplicaciones médicas relacionadas con procesos inflamatorios o problemas de circulación. Otra funcionalidad es la de dar respuesta a la necesidad de personalizar el confort, mediante el uso de los modelos térmicos de cuerpo completo que se consiguen con la técnica puesta a punto en el proyecto.
Para ello, se han realizado pruebas a más de 100 personas en cuatro posturas con tres indumentarias diferentes (bañador, ropa de verano y ropa de invierno), y en varias condiciones térmicas estables (-5C a +40C). A partir de estos ensayos, también se han conseguido detectar por ejemplo asimetrías térmicas del cuerpo, y se han podido evaluar los cambios térmicos respecto a diferentes factores como la existencia de tatuajes, cirugías, varices, horas de sueño, etcétera.
Concretamente, en este proyecto se ha buscado predecir la reacción, en cuanto a confort postural y térmico de los usuarios de diferentes productos, en concreto de calzado, camisetas y en el interior de un vehículo. Para ello, se ha contado con la cooperación de las empresas Industrial Zapatera, MLS Elebe 1992 (Lurbel) y Faurecia Interior Systems Salc España.
Otra de las aplicaciones novedosas ha sido utilizar las termografías para detectar, mediante algoritmos, los puntos sobre los que medir la temperatura de forma automática, sin tener que definir a qué parte del cuerpo está enfocándose.