MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
La doctora Alicja Copik, investigadora sobre cáncer en la Facultad de Medicina de la Universidad de Florida Central (Estados Unidos), ha descrito en un artículo publicado en la revista 'OncoImmunology' una innovadora forma de hacer que la inmunoterapia sea viable para miles de pacientes, gracias a la utilización de las células asesinas naturales (NK).
La inmunoterapia está de moda por salvar la vida de miles de pacientes con cáncer y, de hecho, este lunes se ha conocido que los 'padres' del uso de esta terapia en cáncer, James P Allison y Tasuku Honjo, han obtenido el Premio Nobel de Medicina por su investigación en este campo. Sin embargo, muchos de estos tratamientos solo funcionan en un pequeño grupo de personas que tienen una molécula específica llamada PDL1 en su composición cancerosa.
Para que un tumor maligno sobreviva, los cánceres pueden colocar una molécula de esta proteína en sus células. La molécula le dice al sistema inmune del cuerpo: "Soy una de tus propias células, así que no me comas", comenta Copik. En los pacientes con PDL1, los nuevos medicamentos de inmunoterapia usan un anticuerpo que bloquea la protección de esta molécula, permitiendo que el sistema inmune del cuerpo mate el cáncer.
Estos medicamentos, tal y como recuerda la doctora, han sido "muy exitosos", incluso para detener el cáncer metastásico y llevar a remisiones de larga duración, pero solo para pacientes cuyos tumores dan positivo en PDL1. "Solo del 15 al 30 por ciento de los pacientes, dependiendo del cáncer, tienen PDL1 en sus células cancerosas", indica la experta.
El objetivo de Copik era hacer que las terapias PDL1 fueran efectivas para más pacientes. En el laboratorio, descubrió que las células NK, estimuladas con las nanopartículas desarrolladas en su laboratorio, atacan el tumor y lo inducen a presentar PDL1, una molécula que los nuevos fármacos pueden atacar.
LAS CÉLULAS ASESINAS NATURALES
Las células NK son parte del sistema de defensa del cuerpo y actúan como un ejército para protegernos de invasores como virus e infecciones. Copik ha descubierto una forma de hacer que las células NK sean aún más potentes, estimulándolas con nanopartículas que las multipliquen y aumenten su capacidad de matar. Su tecnología ha sido autorizada y ahora está progresando a ensayos clínicos como una terapia para la leucemia y, más tarde, para otros cánceres.
En su último estudio, Copik descubrió que sus células NK cambian la composición celular de los tumores, especialmente las defensas moleculares que el cáncer utiliza para protegerse del sistema inmune. "El cáncer es un enemigo muy inteligente. Es por eso que tenemos que usar tantas herramientas para combatirlo", explica Copik.
La doctora también ha demostrado que la combinación de células NK con el nuevo fármaco de inmunoterapia conduce a mejores tasas de supervivencia en ratones con cáncer. Trabajos recientes de otros científicos han demostrado que, una vez dentro del tumor, las células NK van un paso más allá: reclutan otras células inmunitarias para preparar el sistema y atacar el cáncer. "Entonces estas células NK activadas funcionarán de forma sinérgica con estas inmunoterapias", apunta Copik.
"Las células NK activadas tienen ventajas sobre otras terapias contra el cáncer. En primer lugar, rara vez causan efectos secundarios como la quimioterapia y la radiación. Además, no atacan a las células sanas. Por lo tanto, los pacientes con cáncer pueden recibir células NK adicionales de personas que no tienen una compatibilidad del cien por cien. Debido a que los bancos de sangre eliminan y descartan las células NK cuando recolectan plaquetas y plasma para donación, existe potencial para que los científicos desarrollen maneras de salvar esas células y las usen en terapias contra el cáncer", concluye la doctora.