MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las investigaciones han demostrado que el aprendizaje y el rendimiento cognitivo de los estudiantes pueden verse influenciados por reacciones emocionales al aprendizaje, como el goce, la ansiedad y el aburrimiento, pero la mayoría de los análisis sobre este tema se han realizado en laboratorios. Un nuevo análisis centrado en los alumnos revela que las emociones influyen en su rendimiento matemático.
Ahora, un nuevo estudio longitudinal ha investigado cómo las emociones de los estudiantes en el contexto escolar se relacionan con su éxito. El análisis se centró en el éxito en matemáticas, que no sólo es importante para la educación y la productividad económica, sino que también es conocido por impulsar fuertes reacciones emocionales en los alumnos.
El estudio, que se publica en la revista 'Child Development, fue realizado por investigadores de las universidades alemanas de Munich y Konstanz; la Universidad Católica de Australia; las universidades británicas de Oxford y de Reading, y la Universidad de Thurgau, en Suiza.
"Encontramos que las emociones influyeron en el rendimiento matemático de los estudiantes a lo largo de los años", explica el director de la investigación, Reinhard Pekrun, profesor de Psicología de la Universidad de Munich y la Universidad Católica de Australia.
"Los estudiantes con inteligencia superior tenían mejores calificaciones y resultados de exámenes, pero aquellos que también disfrutaban y se enorgullecían de las matemáticas tenían un rendimiento aún mejor", subraya. Los alumnos que experimentaron cólera, ansiedad, vergüenza, aburrimiento o desesperanza tuvieron peores resultados.
La investigación se realizó como parte del Proyecto de Análisis de Aprendizaje y Logros en Matemáticas (PALMA, por sus siglas en inglés) e incluyó evaluaciones anuales de las emociones y el éxito en matemáticas de 3.425 estudiantes alemanes entre los grados escolares de quinto a noveno.
Los estudiantes eran representativos de la población estudiantil de Baviera, que incluye principalmente a jóvenes de familias blancas no inmigrantes, pero representa una amplia mezcla de antecedentes socioeconómicos y urbanos y zonas rurales. Las emociones de las que informaron los participantes se midieron mediante cuestionarios y se evaluó su éxito por las calificaciones a final del curso y las calificaciones en una prueba de matemáticas.
LOS ESTUDIANTES CON MALOS RESULTADOS TIENEN MÁS EMOCIONES NEGATIVAS
El estudio también encontró que el éxito afectó a las emociones de los estudiantes a lo largo del tiempo. "El éxito en matemáticas aumentó las emociones positivas de los estudiantes y disminuyó sus emociones negativas a lo largo de los años -según la coautora Stephanie Lichtenfeld, profesora de la Universidad de Munich--. En contraste, los alumnos con calificaciones malas y resultados bajos en los exámenes presentaban menos emociones positivas y un aumento de las emociones negativas, como ansiedad matemática y aburrimiento matemático. Así, estos estudiantes se ven atrapados en una espiral descendente de emoción negativa y malos resultados".
La conclusión del estudio de que las emociones influyen en el logro se mantuvo constante incluso después de tener en cuenta los efectos de otras variables, como la inteligencia y el género de los estudiantes y el estatus socioeconómico de las familias. Los resultados son consistentes con trabajos previos que muestran que las emociones y el rendimiento académico están correlacionados, pero van más allá al desentrañar los efectos direccionales subyacentes a este vínculo.
Específicamente, la investigación sugiere que las emociones influyen en el rendimiento de los adolescentes por encima de los efectos de la capacidad cognitiva general y los éxitos anteriores, señalan los autores, quienes recomiendan a educadores, administradores y padres que trabajen para fortalecer las emociones positivas de los alumnos y minimizar las emociones negativas vinculadas con las materias, por ejemplo, ayudando a los estudiantes a obtener un mayor sentido de control sobre su éxito.
Los investigadores también sugieren que proporcionar a los alumnos oportunidades de experimentar el éxito puede ayudar a reducir los sentimientos negativos y facilitar el bienestar emocional, lo cual puede promover su éxito educativo. Pero consideran que hacen falta más investigaciones sobre este tema para explorar si el patrón encontrado en este análisis también es aplicable a otros grupos de edad y temas académicos.