VALENCIA 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
Cuáles son los mecanismos psicológicos involucrados en la adaptación de las personas a las que se les diagnostica una enfermedad crónica con una larga expectativa de vida y cómo influyen los rasgos de la personalidad y la resiliencia en su calidad de vida son algunas de las cuestiones que plantea la profesora de Psicología en los Grados de Medicina y Enfermería de la CEU-UCH de Castellón María Dolores Temprado Albalat, que acaba de publicar los resultados de su tesis doctoral sobre esta materia en la revista científica 'Journal of Health Psychology', en colaboración con los profesores de la UJI Eladio Collado y Sonia Agut.
Según explica la doctora Temprado, las enfermedades crónicas obligan a los pacientes a aprender a vivir a largo plazo con distintas limitaciones y grados de dependencia, así como a introducir nuevas rutinas diarias de autocuidado e higiene personal que provocan fuerte estrés y alteran las relaciones sociales, las actividades de tiempo libre y las relaciones familiares, entre otros aspectos cotidianos.
En relación a este proceso de adaptación, "está constatado que existen diferencias individuales en la forma en que las personas se adaptan a cambios drásticos en la vida, como una enfermedad crónica, que tienen que ver con la personalidad y la resiliencia". "Pero son pocos los estudios que han indagado sobre la relación que existe entre estos dos aspectos y su influencia en el proceso de adaptación a la nueva situación", subraya.
"En investigaciones precedentes a la nuestra --añade la profesora Temprado-- se relaciona, por un lado, la personalidad con la adaptación a la enfermedad crónica y, por otro, el proceso de resiliencia con esa adaptación. También existen estudios científicos sobre la relación entre la personalidad y la resiliencia. A ello sumamos, en nuestro trabajo, la perspectiva que plantea la necesidad de medir la adaptación a la enfermedad a través de dos indicadores: la calidad de vida y el nivel de autocuidado. Con todo ello nos planteamos estudiar qué relación tienen la personalidad y la resiliencia con la adaptación a la enfermedad, midiéndola a través de la calidad de vida y del nivel de autocuidado en los pacientes portadores de una enterostomía de eliminación".
El estudio de la CEU-UCH y la UJI se ha realizado sobre 125 pacientes de la provincia de Castellón con enterostomías de eliminación de las heces, tanto colostomías como ileostomías, por haber padecido cáncer de colon o sufrir alguna enfermedad crónica, como la enfermedad de Crohn, detalla la institución académica a través de un comunicado.
En España, desde 2014 se estima que más de 13.000 personas de media cada año tendrán que llevar un drenaje enteroscópico o dispositivo para recoger sus heces. "Creemos que este incremento de pacientes con enterostomía hace necesario conocer mejor sus mecanismos de adaptación a esta enfermedad crónica en su vida cotidiana, no sólo desde el punto de vista físico, sino también desde el emocional y el social, para poder ayudarles a mejorar su calidad de vida", destaca la profesora Temprado, de la CEU-UCH.
EDUCAR PARA LA RESILIENCIA
Los resultados de la tesis doctoral de María Dolores Temprado, que acaban de publicarse en el Journal of Health Psychology, indican que un perfil de personalidad con bajas puntuaciones en neuroticismo y altas puntuaciones en los otros cuatro grandes factores de la personalidad -que son extraversión, amabilidad, apertura y responsabilidad-, tiene un efecto indirecto, es decir mediado por la resiliencia, sobre la adaptación a la situación crónica de ser portador de una enterostomía.
"Una explicación a este resultado podría ser que la resiliencia es un mecanismo para mantener tanto la salud física como psicológica, a través de amortiguar las consecuencias negativas de momentos difíciles y a través de la mejora psicológica de las personas. Por lo que los resultados de este estudio y de estudios precedentes coinciden en que la resiliencia puede ser un factor clave en la adaptación a situaciones estresantes y por ende a las enfermedades crónicas".
La profesora Temprado destaca que "esta función mediadora de la resiliencia constituye una nueva evidencia científica que refuerza la importancia de realizar intervenciones y programas educacionales para mejorar la resiliencia en los pacientes que tienen implantado de por vida un drenaje enterostómico".
El estudio de la CEU-UCH y la UJI también revela que la percepción de la calidad de vida en las personas que se adaptan a una enfermedad crónica, como ser portador de una enterostomía, está relacionada con su capacidad para el autocuidado pero, sorprendentemente, en sentido negativo. "Tener un mayor conocimiento de la enfermedad o ser excesivamente meticulosos y responsables en el autocuidado influye de forma negativa en la percepción de la calidad de vida de estos pacientes crónicos", señala la profesora Temprado, de la CEU-UCH.
El estudio "The mediating role of resilience in the relationship between personality and adjustment to disease in patients with a drainage enterostomy" acaba de ser publicado en el número de enero de la revista médica Journal of Health Psychology. Junto a la profesora de la CEU-UCH María Dolores Temprado son coautores del estudio los profesores de la UJI Eladio Collado y Sonia Agut.