MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
La inflamación en el intestino ayuda a los virus bacterianos a propagarse a otras cepas de bacterias y promueve su éxito, según concluye un nuevo estudio realizado en ratones que se publica en 'Science'. Los resultados indican que el uso de una vacuna que reduzca la inflamación intestinal puede ser útil en el tratamiento de algunas infecciones.
Los bacteriófagos, o virus que infectan patógenos bacterianos, también pueden actuar como vectores de virulencia o genes de resistencia a antibióticos, provocando, en última instancia, que la enfermedad bacteriana sea peor para el huésped. Para obtener más información sobre este fenómeno, Médéric Diard, de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, en Suiza, y sus colegas infectaron ratones con una cepa de 'Salmonella' infectada con el bacteriófago SopEF.
La inflamación en respuesta a la 'Salmonella' estresó a los propios patógenos y el daño resultante promovió la replicación del bacteriófago, seguido por la ruptura de la pared celular bacteriana y la liberación de los bacteriófagos. En esta etapa, el bacteriófago infectó otras células de 'Salmonella', posiblemente propagando nuevos genes de virulencia o resistencia, según los autores.
En ratones vivos, la administración de una vacuna que disminuyó la inflamación intestinal causó una caída de SopEF mediada por la transferencia de genes, destacan los investigadores.
El equipo señala que el objetivo de la inflamación para tratar las infecciones ofrece una ventaja sobre la terapia con antibióticos, ya que la primera inhibe la transferencia de genes y la evolución de los patógenos, mientras que la última promueve la evolución bacteriana y, en última instancia, la resistencia a los antibióticos.