MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Basilea en colaboración con la Universidad de Ginebra, ambas en Suiza, han descubierto un mecanismo fundamental que explicaría la pobre respuesta inmune del cuerpo contra las infecciones virales crónicas. Estos resultados, publicados en la revista 'Science Immunology', ofrecen muchas oportunidades para el desarrollo de vacunas.
Después de la infección o una vacuna, las células B, las células especializadas del sistema inmune, producen anticuerpos, los cuales se unen de manera específica a los virus y los hacen inofensivos. En las infecciones virales crónicas, como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o la hepatitis C, las células B, sin embargo, producen muy pocos anticuerpos y lo hacen demasiado tarde.
Como informa un grupo de investigadores del laboratorio del profesor Daniel Pinschewer, del Departamento de Biomedicina de la Universidad de Basilea, una de las razones de la mala respuesta frente a las infecciones crónicas es una importante inflamación inducida por un virus. Esta inflamación se manifiesta en la fase temprana de la infección, pero puede, en algunos casos, como el VIH, persistir durante varias décadas.
Bajo la influencia de mensajeros inflamatorios llamados interferones, las células B comienzan a producir tantos anticuerpos como sea posible. Por desgracia, esta reacción no es sostenible: las células B se dan demasiada prisa a la hora de tomar la decisión de producir anticuerpos y pierden la capacidad de multiplicarse y mueren rápidamente. Por lo tanto, esta reacción dura poco tiempo y se apaga rápidamente después de una salida precipitada.
Según explican los investigadores, la reacción de pánico de las células B se basa en un mecanismo cuyo objetivo sería asegurar una respuesta inmune tan rápida como sea posible en una situación aguda de peligro en la que la vida se vería amenazada.
Sin embargo, con agentes infecciosos crónicos, el objetivo de la respuesta inmune no se genera en unos pocos días, sino en meses o años. En esas circunstancias, una reacción demasiado intensa de nuestro cuerpo es totalmente inadecuada e, incluso, promueve el virus.
En la actualidad, sigue sin haber vacunas eficaces contra enfermedades como la hepatitis C y el VIH/sida. Los investigadores de este trabajo esperan que estos nuevos conocimientos sobre los mecanismos básicos del sistema inmune puedan ser la base para mejorar las vacunas contra infecciones virales crónicas.