MADRID 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
Infecciones intestinales y del tracto urinario recientes pueden frenar el riesgo de desarrollar artritis reumatoide, según sugiere una investigación publicada en la edición digital de la revista 'Annals of the Rheumatic Diseases'. Una posible explicación podría estar en la forma en que estas infecciones alteran los tipos de bacterias residentes en el intestino (microbioma), según los autores.
Los investigadores estudiaron el impacto de diferentes tipos de infecciones en el riesgo de desarrollar artritis reumatoide en casi 6.500 personas que viven en el sur y centro de Suecia. De toda la muestra, 2.831 habían sido recientemente diagnosticados con artritis reumatoide entre 1996 y 2009 y los 3.570 restantes fueron seleccionados al azar en la población, estaban sanos y emparejados por edad, sexo y zona de residencia con los pacientes.
Se preguntó a todos los participantes si habían tenido alguna infección de intestino, las vías urinarias o genitales en los dos años precedentes, así como si habían padecido prostatitis (próstata inflamada) o habían recibido tratamiento con antibióticos para la sinusitis, amigdalitis/otra infección en la garganta o neumonía durante este tiempo.
La media de edad de todos los participantes al inicio del estudio fue de 52 años y siete de cada diez de ellos eran mujeres. Infecciones en el intestino, tracto urinario y genitales en los dos años anteriores fueron cada una asociadas significativamente con un menor riesgo de desarrollar artritis reumatoide: un 29, 22 y 20 por ciento, respectivamente. Además, haber pasado los tres tipos de infección en los dos años anteriores se relacionó con un 50 por ciento menos de riesgo después de tener en cuenta factores influyentes.
Por el contrario, no se encontraron estas asociaciones para infecciones respiratorias recientes y neumonía. Factores como el tabaquismo y los antecedentes socioeconómicos no alteraron los resultados globales, según los investigadores.
Infecciones más recientes durante el último año no afectaron al riesgo de artritis reumatoide, pero el impacto de las infecciones del intestino, el tracto urinario y genitales dentro de los últimos dos años parecía ser más fuerte en aquellos que habían dado positivo por un tipo particular de proteína asociada con el posterior desarrollo de la artritis reumatoide (ACPA).
Los autores señalan que se trata de un estudio observacional, por lo que dicen que no se pueden extraer conclusiones definitivas sobre causa y efecto. Sin embargo, creen que sus hallazgos "son particularmente interesante a la luz de los datos emergentes que implican que el microbioma en el intestino puede desempeñar un papel en la patogénesis de la artritis reumatoide".
En este sentido, plantean que estos resultados podrían deberse a que las paredes de los intestinos están expuestas a una alta carga de antígenos bacterianos, los cuales pueden iniciar o modificar la inflamación, por lo que posiblemente podrían influir en el riesgo de desarrollar la enfermedad, explican los investigadores.
En apoyo de sus hallazgos, argumentan que los sitios de infección identificados en su trabajo se infectan principalmente con bacterias gram negativas y los antibióticos utilizados para combatir estas bacterias han demostrado ser eficaces para el tratamiento de la artritis reumatoide.