MADRID 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
María Lucimar Pereira, una indígena kaxinawá que lleva toda su vida sin salir del oeste de la Amazonia brasileña, se convertirá en la persona más anciana del mundo al cumplir este sábado 121 años, según ha informado Survival International.
María nunca ha vivido en una ciudad y atribuye su longevidad a un modo de vida saludable. Sólo come alimentos naturales de la selva como carne a la brasa, mono, pescado, manduca y gachas de plátano. No toma sal, azúcar o alimentos procesados.
El director de Survival International, Stephen Corry, ha manifestado que "es refrescante ver a una comunidad que ha mantenido un fuerte vínculo con su territorio ancestral y que disfruta de los innegables beneficios de este hecho".
Carlos, uno de los líderes de la comunidad, contó a Survival cómo camina por la aldea para compartir historias. También va frecuentemente a visitar a sus nietos en las cercanías y sólo habla kaxinawá y de vez en cuando viaja al pueblo más cercano, Feijó.
Según Survival, su certificado de nacimiento fue aprobado en 1985, y muestra que nació en 1890. Sin embargo, la longevidad es algo frecuente en su comunidad. Asimismo, Carlos ha asegurado que de sus 80 habitantes, cuatro superan los 90 años.
María abarca ha sido testigo de las devastadoras consecuencias sobre los indígenas de la fiebre del caucho, que asoló la región a finales del siglo XIX y exterminó al 90 por ciento de la población indígena en una "horrenda ola de esclavitud y brutalidad espeluznante".