MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las prioridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) están siendo distorsionadas por su creciente dependencia de donaciones de organizaciones como la Fundación Gates (anteriormente conocida como la Fundación Bill y Melinda Gates), que deben gastarse en problemas de salud específicos favorecidos por los donantes, sugiere un estudio de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido) publicado en la revista 'BMJ Global Health'.
Entre 2000 y 2024, más de la mitad de los 5.500 millones de dólares (5.115 millones de euros) donados por la Fundación Gates a la OMS se destinaron a proyectos relacionados con las vacunas y la polio, mientras que relativamente pocos fondos se destinaron a otras cuestiones consideradas importantes por la OMS.
La Fundación Gates se ha convertido en la segunda mayor fuente de financiación de la OMS en los últimos años, aportando el 9,5% de los ingresos de la OMS entre 2010 y 2023. Su mayor financiador fue Estados Unidos, pero a principios de este año, este país anunció que se retiraría de la OMS a partir de enero de 2026. Alemania y el Reino Unido fueron el tercer y cuarto mayores financiadores de la OMS, respectivamente.
Aunque se asume ampliamente que el poder financiero de la Fundación Gates le permite ejercer influencia sobre el programa de trabajo de la OMS, se han realizado pocas investigaciones para rastrear exactamente cómo se gastan sus subvenciones.
Para abordar este problema, los autores extrajeron datos del sitio web de la Fundación Gates sobre todas sus subvenciones a la OMS entre 2000 y 2024 para determinar la cantidad y el valor de las subvenciones, y las enfermedades, los problemas de salud y las actividades que financiaron.
Entre 2000 y 2024, la Fundación Gates otorgó 640 subvenciones por valor de 5.500 millones de dólares estadounidenses a la OMS. En total, el 6,4% de todas las subvenciones otorgadas por la Fundación Gates durante este período se destinó a la OMS.
Más del 80% de las subvenciones de la Fundación Gates a la OMS (4.185 millones de euros) se destinaron a enfermedades infecciosas, casi el 60% (2.976 millones de euros) a la polio y más de la mitad (2.697 millones de euros) a programas de vacunación y proyectos relacionados.
Relativamente pocos fondos de la Fundación Gates se destinaron a las enfermedades no transmisibles, el fortalecimiento de los sistemas de salud y los determinantes más amplios de la salud, a pesar de su importancia para la estrategia de la OMS y la salud mundial en términos más generales.
Tan solo 11 millones de euros (0,2%) se destinaron a agua y saneamiento, y 35 millones de euros (0,7%) al fortalecimiento de los sistemas de salud. Menos del 1% de los fondos de la Fundación se destinó a enfermedades no transmisibles, a pesar de que estas son responsables del 74% de las muertes a nivel mundial, y el 77% de estas muertes se producen en países de ingresos bajos y medios.
El presupuesto de la OMS proviene de dos fuentes: las contribuciones señaladas de los Estados miembros, calculadas en función de la riqueza y la población del país, y las contribuciones voluntarias o la financiación extrapresupuestaria de los Estados miembros y organizaciones no estatales. Aproximadamente el 90% de los ingresos proviene de financiación voluntaria o extrapresupuestaria, y casi la totalidad de este dinero está destinado a fines específicos, es decir, se otorga con la condición de que financie actividades y proyectos definidos por el donante.
La forma en que se financia la OMS limita su capacidad para cumplir sus objetivos estratégicos, dicen los autores. "Las contribuciones de los Estados miembros distan mucho del nivel necesario para financiar sus prioridades estratégicas, por lo que la OMS debe depender de las contribuciones voluntarias de los donantes para fines específicos", afirman. "En consecuencia, las actividades y áreas que los donantes favorecen reciben más recursos de los necesarios, mientras que aquellas que no les interesan no reciben los suficientes".
Y la situación podría empeorar si Estados Unidos -el mayor donante de la OMS- cumple su amenaza, anunciada en enero de 2025, de retirarse de la OMS. Si bien es fácil culpar a los principales donantes como la Fundación Gates por socavar la independencia de la OMS al promover su agenda a través de la OMS, los autores destacan: "Sin embargo, no debemos perder de vista el hecho de que es el fracaso de los estados miembros en aumentar las contribuciones evaluadas en línea con las necesidades de la OMS durante las últimas cuatro décadas lo que ha creado una situación en la que la organización se ve obligada a depender de las contribuciones voluntarias de los donantes".
Añaden: "La OMS ha solicitado una financiación más flexible y sostenible, advirtiendo que, sin cambios fundamentales en su forma de financiación, no podrá alcanzar sus objetivos estratégicos. Si los Estados miembros siguen ignorando estas exhortaciones, la OMS seguirá siendo vulnerable a la influencia de los donantes externos y tendrá dificultades para abordar todo el espectro de los desafíos actuales de la salud mundial".