MADRID 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El 90 por ciento de los casos de incontinencia urinaria femenina pueden curarse si se realiza un correcto diagnóstico y se trata de forma adecuada, aunque la mayoría de las afectadas se resignan a sufrir los síntomas y no buscan consejo médico, según han concluido los más de cien expertos reunidos en el I curso de Incontinencia Urinaria Femenina, celebrado este miércoles en Madrid y organizado por el Hospital Moncloa y ASISA.
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina por la uretra y provoca al paciente un problema higiénico que, en muchas ocasiones, limita las relaciones sociales. Existen diferentes causas y tipos de incontinencia urinaria y cada una de ellas requiere tratamientos específicos que pueden basarse en medidas higiénico-dietéticas, en tratamientos farmacológicos, en la rehabilitación del suelo pélvico, en el apoyo psicológico o en el empleo de las técnicas quirúrgicas.
Tal y como han afirmado los expertos reunidos en Madrid, la incontinencia puede manifestarse a cualquier edad y en ambos sexos, pero es más frecuente en las mujeres, afectando a un gran porcentaje de la población femenina mayor de 35 años. En concreto, diferentes estudios europeos calculan una prevalencia de la incontinencia urinaria de entre el 12 y el 22 por ciento en mujeres mayores de 40 años y del 30 a más del 50 por ciento en mujeres mayores de 70 años.
A raíz del progresivo envejecimiento de la población, la incontinencia urinaria presenta una incidencia creciente, comenta el doctor D'Angelo. "Con el paso de los años --señala-- los tejidos se debilitan y las alteraciones neurológicas comienzan a aparecer, por eso es importante que los pacientes soliciten consejo médico".
Como conclusiones, los participantes en esta jornada han destacado que la incontinencia urinaria se ha convertido en uno de los grandes problemas sanitarios del siglo XXI, una complicación que afecta en España en diferente medida a más del 5 por ciento de las personas adultas.
En este sentido, han apuntado que la coordinación entre los profesionales sanitarios es fundamental para poder ofrecer a los pacientes un tratamiento específico que les permita mejorar su calidad de vida.