MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
Saber que hay una pequeña probabilidad recibir una descarga eléctrica dolorosa provoca significativamente más estrés que saber sin duda se va a recibir una sacudida eléctrica, según se depende de un estudio realizado por la University College London (UCL) en Reino Unido.
El estudio, financiado por el Medical Research Council (MRC) y publicado en 'Nature Communications', ha demostrado que las situaciones en las que los sujetos tienen una probabilidad del 50 por ciento de recibir descargas eran mucho más estresantes que aquellos que sabían o desconocían esa posibilidad.
Para su desarrollo contaron con 45 voluntarios que jugaron a un juego de ordenador donde había rocas que podrían esconder serpientes. Ellos tenían que adivinar si había una serpiente, y, una vez adivinado, podía recibir una descarga eléctrica ligera en la mano. Con el tiempo descubrieron que las rocas eran más susceptibles de albergar serpientes, pero esas probabilidades cambiaron a lo largo del experimento, generando una fluctuación en los niveles de incertidumbre.
Los niveles de estrés reportados por los participantes fueron rastreados utilizando mediciones de dilatación de la pupila y la transpiración y incertidumbre se generó mediante un sofisticado modelo computacional de aprendizaje.
"Nuestro experimento nos permite sacar conclusiones sobre el efecto de la incertidumbre sobre el estrés. Resulta que es mucho peor no saber que va a conseguir una corriente que saber que sin duda será o no será. Vimos exactamente los mismos efectos en nuestra medidas fisiológicas, las personas sudan más y sus pupilas se agrandan cuando se presenta más incierto", explica el autor principal de Archy Berker (Instituto de Neurología del UCL).
PRIMERA VEZ QUE SE CUANTIFICA
Aunque esta es la primera vez que el efecto de la incertidumbre sobre el estrés se ha cuantificado, el concepto es probable que sea familiar para muchas personas.
"Al solicitar un trabajo, es probable que se sienta más relajado si usted piensa que tiene una posibilidad muy remota o si está seguro de que conseguirá el trabajo", ha añadido el coautor del estudio, el doctor Robb Rutledge del Instituto de Neurología del UCL y Max Planck UCL Centro de Psiquiatría y Computacional Investigación del Envejecimiento).
"El escenario más estresante es cuando realmente no se sabe algo. Es la incertidumbre que nos angustia. Estos es probable que se aplique en muchas situaciones conocidas, ya sea en espera de resultados médicos o información sobre el retraso de los trenes", añade.
El estrés en el mundo moderno es visto como una respuesta negativa y contraproducente, pero el estudio también encontró un beneficio potencial. Las personas cuyas respuestas de estrés se dispararon en los periodos de mayor incertidumbre eran mejores para juzgar qué rocas tendrían serpientes debajo de ellos.
"Desde una perspectiva evolutiva, nuestro hallazgo de que las respuestas al estrés están sintonizados a la incertidumbre del medio ambiente sugiere que puede haber ofrecido algún beneficio en la supervivencia", ha añadido el autor principal, el doctor Sven Bestmann (Instituto de Neurología del UCL).