MADRID 26 Oct. (EDIZIONES) -
El impétigo es una infección de la piel superficial y localizada cuyo diagnóstico suele ser tardío facilitando así su rápido contagio y transmisión por contacto directo de la piel, a uno mismo y a las personas del entorno. Es en verano y otoño cuando más casos se registran y se trata de la infección cutánea bacteriana más común en niños de dos a cinco años.
Pese a ello, se trata de una infección desconocida para gran parte de la población, de ahí que hayan saltado las alarmas al conocerse que la Conselleria de Salud de la Generalitat catalana ha detectado 24 brotes de impétigo en Cataluña en lo que va de año, la mayor parte en la ciudad de Barcelona y en las últimas semanas.
Se caracteriza por la aparición de llagas en la cara, sobre todo alrededor de la boca y la nariz pero que se propaga a otras partes del cuerpo, pies, manos, etc. con mucha rapidez. Estas lesiones evolucionan y se convierten en ampollas y costras y se identifica a partir de una erosión de la piel que aparece con un círculo rojizo y pústulas que liberan un líquido amarillento para acabar formando una costra blanda, pegajosa y amarilla.
"Es fácil que aparezca a consecuencia de heridas o rascadas que se han infectado", declara la doctora Eulàlia Baselga, dermatóloga pediátrica, Directora del Instituto Dermik de Barcelona, quien destaca que sus principales factores de riesgo son las lesiones y traumatismos de la piel (mordeduras, heridas, arañazos, picaduras); desnutrición; falta de higiene y diabetes mellitus.
¿CUÁL ES EL MEJOR TRATAMIENTO?
La infección está causada por 'Streptococcus pyogenes' y 'Staphylococcus aureus', unas bacterias que con el tiempo han desarrollado resistencia a los antibióticos actuales (ácido fusídico y mupirocina). Este es uno de los motivos que explica, según los expertos, su facilidad y alto potencial de contagio entre la población pediátrica, siendo la edad de mayor riesgo, entre los 2-5 años, aunque cualquier niño o adulto puede padecerlo.
El tratamiento del impétigo debe realizarse con antibióticos tópicos además de medidas de control de síntomas e higiénicas, con un correcto lavado de las lesiones y de las manos e hidratación.
Otro de los problemas, aunque frecuente entre niños, es que se trata de una enfermedad muy desconocida y cuando se diagnostica ya pueden haber pasado algunos días desde su aparición lo que facilita el contagio.
Actualmente, existe un antibiótico tópico de última generación de rápida reducción de carga bacteriana. Se trata del ozenoxacino, un agente antibacteriano tópico eficaz para el tratamiento del impétigo causado tanto por cepas sensibles a otros tratamientos como resistentes a los mismos.
Este nuevo antibiótico tópico nace ante la necesidad de desarrollar nuevas terapéuticas con mecanismos de acción más complejos que consigan frenar el elevado crecimiento en el desarrollo de resistencias que está teniendo lugar en el campo de los antibióticos.
En este estudio, se demostró una eliminación de los microorganismos de más del 80% tras 2 días de tratamiento, cosa que, concluye el estudio, puede implicar una reducción de la transmisión y contagio de la patología.