El Idibell demuestra que una buena experiencia influye en el recuerdo de hechos posteriores
L'HOSPITALET DE LLOBREGAT (BARCELONA), 13 (EUROPA PRESS)
Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) han demostrado que la asociación de una carga emocional positiva a un estímulo determinado mejora la capacidad del cerebro humano de retener estímulos futuros del mismo tipo.
El estudio, publicado en la revista 'Neurobiology of Learning and Memory', demuestra por primera vez en humanos cómo los efectos de la asociación de emociones positivas en los procesos de adquisición y consolidación de la memoria se prolongan de forma selectiva y prospectiva en el tiempo, según ha informado el Idibell este lunes en un comunicado.
"A la hora de almacenar los estímulos, se sabe que los eventos con carga emocional se recuerdan mejor que los neutros: por ejemplo, normalmente no recordamos los detalles que acompañan nuestro camino de vuelta habitual a casa, pero si en este mismo recorrido recibimos una buena noticia por teléfono es probable que recordemos esos detalles con mucha más precisión", ha explicado la investigadora Javiera Oyarzún, primera autora del estudio.
Los investigadores han analizado si una experiencia positiva también puede influir en la forma de recordar acontecimientos posteriores que, sin presentar una carga emocional, sean similares al previo.
Para ello, diseñaron un estudio con voluntarios a los que enseñaron una serie de imágenes de objetos y animales, dando una recompensa económica al participante cada vez que aparecía la imagen de un animal.
Una vez finalizado el experimento, los participantes recordaban mejor las imágenes de los animales puesto que iban asociadas a una recompensa.
En una segunda sesión se volvieron a presentar nuevas imágenes de animales y objetos, pero sin dar ninguna recompensa y lo que observaron los investigadores es que los participantes volvían a recordar mejor las imágenes que les habían recompensado y también las que pertenecían a la misma categoría semántica.
Otro de los resultados del estudio es que los efectos de la carga emocional positiva sobre el almacenamiento de recuerdos no se observa hasta pasadas las 24 horas de la sesión, es decir, después de que el participante haya dormido, lo que indicaría que el efecto prospectivo de mejora de memoria provocado por la emoción positiva requiere este período de consolidación durante el sueño, según los investigadores.
Según Javiera Oyarzún, a nivel terapéutico "esta capacidad de adquisición selectiva podría llegar a aplicarse en pacientes con dificultades de memoria o aprendizaje para promover una mejora de la memoria a largo plazo".