MADRID 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
La puesta en marcha de la nueva Ley de Salud Pública abre la puerta a desarrollar acciones que potencien la actividad preventiva, en este sentido el director de Derecho Sanitario Asesores, Fernando Abellán, aboga por concienciar a la población y, para ello, incide en la necesidad de poner en marcha campañas como las que se llevan años desarrollando en materia de seguridad vial, ya que ayudaría reducir "espectacularmente" la morbimortalidad y, en consecuencia, la carga asistencial.
"La Ley de Salud Pública es una oportunidad para que esas campañas tengan una mayor difusión y coordinación entre las estructuras y que la población tenga conciencia de la importancia de tomarse seriamente la prevención de la salud", según ha explicado en declaraciones a Europa Press, tras participar en la Jornada 'La nueva Ley de Salud Pública: retos y oportunidades', organizada por la Fundación Salud.
En su opinión, es llamativo que no se destine "ni por asomo" para prevenir enfermedades prevalentes los recursos que se usan en tráfico, pese a que tienen una incidencia en la mortalidad de la población mucho más amplia.
La nueva Ley General de Salud Pública parte de un nuevo concepto adaptado a las necesidades de la sociedad en la que vivimos, ofreciendo un enfoque de la salud más amplio y transversal que trata de adaptarse al entorno actual. "Es trascendental que la filosofía de la prevención cale hondo en la población", añade.
No obstante, explica que el "cortoplacismo que tiene muchas veces los políticos" a la hora de poner medidas, impide su puesta en marcha, sin contar con que es necesaria una inversión que no verá frutos a lo largo de una legislatura. Sin embargo, "los números salen, y salen holgadamente, interesa apostar por la prevención cuando se ve con mayor proyección en el tiempo".
En este aspecto, ha expuesto una reflexión sobre patologías como las enfermedades metabólicas hereditarias que originan graves problemas y pueden combatirse con campañas de cribado neonatal; o las enfermedades cardiovasculares, en las que las campañas de estilo de vida saludable están directamente relacionadas con la reducción de su incidencia, hoy en día principal causa de muerte en España.
Asimismo, también se reduciría la prevalencia del cáncer en la población es consecuencia de factores exógenos que potencia factores de riesgo, como el alcohol y el tabaco. Por último, ha recordado el papel que juegan factores como la alimentación, la nutrición y el ejercicio físico en el retraso de la aparición de enfermedades neurológicas.
Inicialmente, la nueva legislación potencia la actividad preventiva creando estructuras que protegen la salud pública, a través de campañas globales que logren una mayor penetración en la sociedad. "Genera nuevas estructuras dentro de la Administración tanto estatal como autonómica, que van a poder servir de unificador para campañas y programas de prevención en las distintas patologías", añade, por tanto el cambio es positivo siempre que se potencien los intereses generales y la prevención.
Así, destaca que habría que empezar por crear las estructuras, sobre todo teniendo en cuenta que la norma se aprobó al final de la legislatura y no ha dado tiempo a desarrollarla reglamentariamente ni activarla por parte de la nueva Administración.
"Hay que poner en marcha la maquina y partir de ahí crear plantes estratégicos en las distintas patologías que asolan a la población y apostar por que verdaderamente se divulgue el cocimiento en estas materias de forma que se reduzcan las patologías", añade.
DEFENSA DEL INTERÉS COLECTIVO
La nueva ley también tiene aspectos negativos, ya que provoca algún conflicto teniendo en cuenta que cuando se habla de salud publica se habla de la primacía del interés colectivo por encima del individual. Pero, advierte, el problema se puede producir a la hora de ver las obligaciones de la población, y el cambio de enfoque que supone para el paciente.
La defensa de los intereses colectivos sin merma de la persona es el principal reto que plantea la Ley General de Salud Pública, más aún en épocas como la actual en las que la sociedad no permite que se restrinjan sus libertades, en beneficio individual sin pensar en la colectividad.
En este sentido, el responsable del Área de Bioética y Derecho Sanitario de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Sánchez-Caro, quien también ha participado en estas jornadas, ha recordado que "es nuestra responsabilidad entregar un planeta a las generaciones futuras, al menos como el que nos hemos encontrado nosotros, por lo que entra en juego el principio de precaución de las decisiones que se implementan".