Insomne por la contaminación lumínica

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FLICKR//MEG WILLS
Actualizado: jueves, 3 marzo 2016 9:49

   MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Si una persona vive en un vecindario que está bien iluminado por la noche, es posible que no duerma bien, según concluye un estudio dado a conocer este martes y que se presentará en la 68 Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología que se celebra en Vancouver, Canadá, del 15 al 21 de abril.

   "Nuestro mundo se ha convertido en una sociedad 24horas/7días. Utilizamos iluminación al aire libre, como la luz de las calles, para estar más activos durante la noche y aumentar nuestra seguridad", dice el autor del estudio, Maurice Ohayon, de la Universidad de Stanford, en California, Estados Unidos. "La preocupación es que hemos reducido nuestra exposición a la oscuridad y que podría estar afectando a nuestro sueño", agrega.

   Para el estudio, se entrevistó a 15.863 personas por teléfono durante un periodo de ocho años y se les preguntó sobre los hábitos de sueño, la calidad del sueño, así como trastornos médicos y psiquiátricos. Entonces, con los datos nocturnos gracias al Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa, los científicos analizaron la cantidad de luz al aire libre a la que se expusieron esas personas durante la noche.

   Quienes viven en zonas urbanas de 500.000 personas o más fueron expuestas a luces nocturnas que eran de entre tres a seis veces más intensas que aquellos que viven en ciudades pequeñas y zonas rurales. El estudio muestra que la luz nocturna afecta a la duración del sueño y se asocia significativamente con trastornos del sueño.

   Las personas cuyos hogares estaban en zonas de luz más intensas fueron un 6 por ciento más propensos a dormir menos de seis horas por noche que los participantes en el estudio que residían en áreas de luz menos intensa. Las personas que vivían en zonas de luz más intensas eran más propensos a estar insatisfechos con su cantidad o calidad de sueño que quienes tenían sus casas en áreas de menor intensidad de luz, con un 29 por ciento insatisfechos frente al 16 por ciento.

MÁS FATIGA

   Las personas con alta exposición a la luz también tendían a sufrir más fatiga que aquellos con baja exposición a la luz, con el 9 por ciento en comparación con el 7 por ciento. Los que sufrían una alta exposición a la luz también dormían menos por noche que quienes vivían con baja exposición a la luz, con un promedio de 412 minutos por noche en comparación con 402 minutos por noche.

   Además, las personas con alta exposición a la luz eran más propensas a despertar confusos durante la noche que los que vivían con baja exposición a la luz (19 por ciento frente al 13 por ciento). También tendían más a sufrir somnolencia excesiva y deterioro de la actividad, en un 6 por ciento en comparación con el 2 por ciento.

   "La contaminación lumínica se puede encontrar en cualquier ciudad importante en el mundo. Sin embargo, la exposición excesiva a la luz durante la noche puede afectar a la manera en que funcionamos durante el día y aumentar los riesgos de somnolencia excesiva -apunta Ohayon--. Si se confirma esta asociación por otros estudios, las personas pueden considerar el uso cortinas que oscurezcan la estancia, máscaras para tapar los ojos u otras opciones para reducir su exposición".

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