MADRID, 4 May. (EDIZIONES) -
"Vivimos en un mundo donde impera el estrés y hay que tener cuidado porque este daña a nuestro cuerpo en general, pero al cerebro en particular. El cerebro no funciona bien, si el resto del cuerpo no funciona bien. Por lo que debemos intentar que nuestros deseos no superen a nuestras posibilidades".
Así lo afirma en una entrevista con Infosalus Ignacio Morgado, catedrático de Psicobiología en el Instituto de Neurociencias y en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona, y reconocido actualmente como uno de los neurocientíficos más prestigiosos de nuestro país.
Le entrevistamos en Infosalus sobre su último libro 'El cerebro y la mente humana' (Ariel) un manual que, según nos confiesa, de todos sus libros, que casi llega a la decena, este es el que ha escrito con la mirada más puesta en el gran público, "un libro de autoconocimiento del cerebro", para que quien lo lea aprenda cómo es este órgano, nuestra mente, y qué tenemos dentro de la cabeza; y donde recoge todo lo aprendido en su carrera como investigador y profesor universitario de Neurociencia.
"Somos nuestro cerebro y la mente que ese cerebro crea. Este ha madurado desde la infancia en base a unos genes y a unas experiencias ambientales, culturales, y sociales. ¿Estamos haciéndolo bien para que funcione mejor? Todo depende de nosotros y vivimos en un mundo en el que impera el estrés, algo que daña profundamente a nuestro cerebro y a nuestro cuerpo, aumentando por ejemplo la hipertensión, y disminuyendo nuestras defensas, y en el caso concreto del cerebro, haciendo que se mueran más neuronas de las que lo hacen por la propia naturaleza normalmente", lamenta este experto.
CUIDAR HOY A NUESTRO CEREBRO
¿La regla para que trabaje lo mejor posible? Este reputado neurocientífico afirma que es bien conocida: "Hay que tener una alimentación sana, hacer ejercicio de forma regular, no tener estrés; y si estas tres cosas las realizamos de manera conveniente, pues probablemente nuestro cerebro estará sano, y si no tenemos la mala suerte de contraer enfermedades importantes podremos vivir muchos años con salud y capacidad".
Un consejo importante en este sentido que aporta Morgado es intentar que nuestros deseos no superen a nuestras posibilidades, siempre intentar equilibrar la emoción y la razón, y que lo que queramos no sea mucho más de lo que podemos hacer.
"El estrés surge de ese deseo de ir más allá de nuestras posibilidades. Particularmente, provoca la liberación del cortisol, la hormona del estrés más peligrosa de todas, y que fabrican nuestras glándulas suprarrenales activadas por el cerebro cuando estamos en este tipo de situaciones. Este equilibrio emoción-razón es la clave para que funcione bien el cerebro, tengamos salud mental, y para que podamos conseguir nuestros propósitos y vivir sanamente", remarca este experto.
Define al cerebro como al "órgano de la vida" porque, según asegura, "el cerebro somos nosotros mismos", somos el cerebro y la mente, y "dos caras de la misma manera". "El cerebro crea la mente, y cuando funcionan el cerebro y las neuronas aparece una mente que nos permite conocernos a nosotros mismos. En definitiva, saber que el cerebro es el órgano donde radica nuestra esencia es tremendamente importante, porque es el órgano supremo de nuestro organismo", defiende este catedrático de Psicobiología.
CONEXIÓN CEREBRO-MENTE, DONDE REALMENTE 'CUECE TODO'
Sí advierte de que la mente no es un producto del cerebro, sino que está donde se encuentra el cerebro: "La mente es el cerebro en funcionamiento. Es lo mismo que la rueda y el movimiento. El movimiento es algo que hace la rueda cuando funciona. La mente es algo que hace el cerebro cuando sus neuronas funcionan. La mente es inseparable del cerebro. Son dos caras de una misma moneda. Sin cerebro no hay mente y esto lo comprobamos toda la vida. Cuando una persona se daña el cerebro en un accidente pierde capacidades mentales, la capacidad de que tiene existencia".
LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN
Es más, subraya que la mente funciona en base a dos cosas: a los mecanismos cerebrales que nos permiten esa capacidad de pensar, y después en base a los estímulos e influencias del entorno y que van inundando nuestra mente y hacen que nuestros pensamientos se desvíen hacia un lado u otro, con la educación
Por eso, insiste en el papel "crítico" de la cultura, de la educación, "el mecanismo con más fuerza para cambiar nuestro cerebro", y que es capaz de conducir nuestros pensamientos.
"La información que recibimos en el mundo educativo y cultural cambia las conexiones y organización de nuestras neuronas y marca cada comportamiento que nos caracteriza a cada uno de nosotros. Educación y herencia genética, ambiente y cultura (donde vivimos, familia, profesores, educación general de la escuela, calidad del ambiente incluyendo alimentación o ambiente sano), todo influye en un órgano como el cerebro con una capacidad fundamental, la plasticidad, y por la que puede organizarse continuamente, para cambiar y determinar siempre nuestro comportamiento", relata.
Es más, mantiene que la plasticidad del cerebro dura toda la vida, aunque hay partes de este que no pueden cambiar a lo largo de la vida, y que intervienen en el funcionamiento básico del cuerpo, como la regulación de los principales procesos fisiológicos del cuerpo, que si cambiaran enfermaríamos.
"Pero otras, como la corteza cerebral, tiene esa capacidad de plasticidad que dura toda la vida, toda la vida para reorganizar neuronas, pensamientos, y comportamientos. Quizá hay etapas de la vida con más plasticidad que otras, como cuando somos niños y adolescentes, donde somos una esponja y con más plasticidad que nunca. Incluso en la senectud nuestro cerebro mantiene esa capacidad plástica y para aprender, aunque en esas épocas algunos procesos como la atención o el pensamiento se debilitan, se hacen más lentos. En estas épocas hay que asumir las diferentes formas de trabajar, y de organizar la vida de forma más simple, pero está la plasticidad y capacidad de aprender", concluye el profesor Morgado.