MADRID 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los fumadores de cigarrillos, los fumadores de puros y los no fumadores tienen perfiles de personalidad distintos, según un estudio publicado en la revista 'PLOS ONE 'por Dritjon Gruda de la Universidade Catolica Portuguesa, Portugal, y Jim McCleskey de la Western Governors University, EEUU.
El consumo de tabaco sigue siendo un enorme problema de salud pública mundial, responsable de más de 8 millones de muertes al año, incluidas las atribuidas a la exposición al humo de tabaco ajeno. Las nuevas investigaciones subrayan el papel fundamental de los factores psicológicos, incluidos los rasgos de personalidad, en la configuración de los patrones de consumo de tabaco. Para explorar más a fondo esta cuestión, Gruda y McCleskey examinaron la asociación entre los cinco grandes rasgos de personalidad (apertura, escrupulosidad, extroversión, amabilidad y neuroticismo) y el consumo de puros o cigarrillos en una muestra de 9.918 adultos mayores de 11 países europeos.
Los resultados mostraron que fumar se asocia con puntuaciones más bajas en conciencia y amabilidad y puntuaciones más altas en extroversión que no fumar. Los autores especulan que una conciencia relativamente baja entre los fumadores puede reflejar una falta de autodisciplina y desprecio por los riesgos de salud a largo plazo, característica de conductas más impulsivas, mientras que una menor amabilidad podría ayudar a explicar por qué los fumadores a menudo persisten a pesar de la desaprobación social. También sugieren que la mayor extroversión observada puede sugerir que estos individuos disfrutan de la naturaleza social de fumar.
El análisis también determinó diferencias de personalidad entre los tipos de fumadores, encontrando que los fumadores de puros tienden a exhibir menor neuroticismo y mayor apertura en comparación con los fumadores de cigarrillos y los no fumadores, lo que subraya que las motivaciones y los contextos del consumo de tabaco son variados.
Estos hallazgos sugieren que los rasgos de personalidad son antecedentes de la conducta de fumar, con implicaciones para intervenciones de salud pública específicas y políticas sociales destinadas a combatir la epidemia mundial de tabaco. Según los autores, las investigaciones futuras deberían explorar estas relaciones en cohortes más jóvenes, lo que podría informar sobre estrategias de intervención temprana que eviten el inicio del tabaquismo en función de la predisposición a ciertos tipos de personalidad. Estudios futuros también podrían ampliar el alcance para incluir otras formas de productos de tabaco, como el tabaco masticable, o tendencias de tabaquismo más recientes, como los cigarrillos electrónicos y el vapeo. Los autores añaden: "Básicamente lo que encontramos es: ‘dime qué fumas y te diré quién eres’".
