MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), dirigidos por Alicia García Arroyo, han identificado por primera vez una mutación en la proteína celular 'MMP17' asociada al riesgo de aneurisma.
Además, en el trabajo, publicado en la revista 'Circulation Research', de la Asociación Americana del Corazón, se ha confirmado que esta proteína es necesaria para el desarrollo normal de la aorta en un modelo de ratón deficiente en 'MMP17'.
Y es que, la pared vascular que forma las arterias está en constante movimiento sometida a una presión que varía con cada latido del corazón. Las arterias, y en especial la aorta, son capaces de acomodar esta presión y transmitirla a lo largo del árbol vascular gracias a una compleja estructura celular y de matriz extracelular.
"Cuando esta estructura se ve alterada, es incapaz de soportar la inmensa presión que genera la salida de sangre del corazón y se producen dilataciones llamadas aneurismas", ha explicado la primera autora del estudio, Mara Martín-Alonso.
Existe un alto riesgo de muerte en los pacientes con aneurismaas, debido a la potencial rotura de la pared vascular que se da en esta patología. Además, los aneurismas pueden transmitirse de manera hereditaria con una alta mortalidad asociada a la enfermedad en personas jóvenes.
'MMP17', PRESENTE DESDE EL FETO
De hecho, se han descrito varias mutaciones que generan aneurismas porque afectan a genes que regulan el estado de madurez de las células de la pared vascular o de la matriz, que en última instancia es la que le da estas cualidades elásticas a la aorta.
No obstante, en el nuevo trabajo se demuestra que 'MMP17' debe estar presente durante el desarrollo de la aorta (en el feto), donde corta una proteína de matriz llamada osteopontina. "El fragmento proteico que se genera es necesario para que las células de la pared vascular maduren y produzcan una matriz óptima que soporte y transmita la presión", ha puntualizado García Arroyo.
Por tanto, el hallazgo de los expertos del CSIC puede tener "potenciales implicaciones" clínicas, ya que los autores también han demostrado que, mediante terapia génica con virus, se puede restaurar la estructura y función normal de la pared vascular de los ratones sin 'MMP17'. "Esto puede abrir nuevas posibilidades terapéuticas en esta enfermedad", ha zanjado Martín-Alonso.
En este trabajo han participado distintos investigadores del CNIC, desde el grupo de Regulación Genética en Remodelado Cardiovascular e Inflamación, liderado por Juan Miguel Redondo, a las unidades técnicas de Bioinformática, Proteómica e Imagen Avanzada. Además ha participado un equipo de la Universidad de Texas (Estados Unidos), dirigido por la experta en genética humana de aneurismas aórticos, Dianna Milewicz.