Identifican un posible estimulante del crecimiento tumoral

Meningioma, tumor cerebro
WENHT
Publicado: viernes, 1 diciembre 2017 8:27

   MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

   Investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard y del Instituto de Biología de Sistemas del mismo centro universitario, en Estados Unidos, han descubierto que los restos de células tumorales destruidas por la quimioterapia u otros tratamientos contra el cáncer en realidad pueden estimular el crecimiento tumoral al inducir una reacción inflamatoria.

   El estudio, que se publica este jueves en 'The Journal of Experimental Medicine', también revela que una familia de moléculas llamadas resolvinas puede suprimir esta respuesta inflamatoria no deseada, lo que sugiere nuevas formas de mejorar la efectividad de las terapias contra el cáncer existentes.

   Las terapias contra el cáncer convencionales, basadas en la radiación y los fármacos, pretenden matar tantas células tumorales como sea posible, pero los restos dejados por células cancerosas muertas y moribundas pueden estimular la producción de citoquinas proinflamatorias, moléculas de señalización que promueven el crecimiento tumoral. "Las células tumorales muertas y moribundas son un componente poco apreciado del microambiente tumoral que puede promover la progresión tumoral", explica el profesor Charles N. Serhan, del Hospital Brigham y de la Mujer de la Facultad de Medicina de Harvard.

   Por lo tanto, Serhan y sus colegas decidieron investigar si los restos de células tumorales pueden estimular el crecimiento tumoral. Además de Serhan, el equipo de investigación fue dirigido por Mark Kieran, del Instituto Oncológico Dana-Farber y el Hospital Infantil de Boston, y la Escuela de Medicina de Harvard; Sui Huang, del Instituto de Biología de Sistemas en Seattle, y Dipak Panigrahy, del Centro Médico Beth Israel Deaconess y la Escuela de Medicina de Harvard. Megan Sulciner es la autora principal del artículo junto con las coautoras Molly Gilligan y Dayna Mudge.

   Sulciner y sus colegas comenzaron por matar células cancerosas cultivadas en laboratorio con una variedad de fármacos citotóxicos o dirigidos y descubrió que los desechos resultantes estimulaban la formación de tumores cuando se inyectaban en ratones con un pequeño número de células cancerosas vivas incapaces de iniciar el crecimiento tumoral por sí mismas. De forma similar, tratando ratones con fármacos de quimioterapia, cisplatino y vincristina, generaron restos de células tumorales in vivo que mejoraron la capacidad de las células cancerosas supervivientes para formar tumores.

   "El tratamiento citotóxico contra el cáncer diseñado para destruir células tumorales puede ser un arma de doble filo que contribuye directamente a la progresión y recaída del tumor porque los restos de células tumorales estimulan la supervivencia y el crecimiento de células tumorales vivas", dice Panigrahy.

UN LÍPIDO ALIENTA UNA REACCIÓN PROINFLAMATORIA

   Los investigadores descubrieron que los desechos de células tumorales promueven el crecimiento tumoral porque un lípido llamado fosfatidilserina, que está expuesto en la superficie de las células muertas y moribundas, estimula la producción de citoquinas proinflamatorias por las células inmunes conocidas como macrófagos.

   "Pensamos que, si los desechos generados por los medicamentos estimulan el crecimiento tumoral, eliminar los desechos puede mitigar este efecto --explica Kieran--. Las resolvinas son una familia de mediadores derivados de lípidos endógenos que estimulan la resolución de la inflamación contrarrestando las citoquinas proinflamatorias y aumentando la absorción de los desechos celulares hacia los macrófagos".

   El tratamiento de ratones con pequeñas cantidades de resolvinas inhibió el crecimiento tumoral estimulado por escombros e impidió que las células cancerosas hicieran metástasis. Además, el tratamiento con resolvinas mejoró la actividad de diversas terapias citotóxicas contra varios tipos diferentes de tumores.

   Las resolvinas ya están en desarrollo clínico como potenciales enfoques terapéuticos para varias enfermedades inflamatorias y neurodegenerativas. "Dirigirse a las vías de resolvinas proporciona un enfoque completamente nuevo, no tóxico y no inmunosupresor para la terapia contra el cáncer al aumentar la producción natural del cuerpo de mediadores pro-resolutivos y antiinflamatorios endógenos", dice Huang.

   "Aunque la generación de residuos de células tumorales durante el tratamiento puede explicar un límite terapéutico inherente a las terapias convencionales contra el cáncer, estimular la eliminación de esos desechos a través de mediadores pro resolución, como las resolvinas, representa un enfoque novedoso para prevenir el crecimiento y la recurrencia del tumor", concluye Serhan.

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