Identifican un objetivo de terapia génica para la enfermedad renal poliquística

Científicos trabajando en el laboratorio.
Científicos trabajando en el laboratorio. - ISTOCK
Publicado: viernes, 16 septiembre 2022 16:39


MADRID, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la UTSW (Estados Unidos) han publicado un estudio en la revista 'Nature Communications' en el que identifican un objetivo de terapia génica para detener o, incluso curar, la enfermedad renal poliquística autosómica dominante (ADPKD).

La ADPKD se encuentra entre las afecciones genéticas humanas más comunes y la causa genética más frecuente de insuficiencia renal, y afecta a aproximadamente 12,5 millones de personas en todo el mundo. Es una enfermedad hereditaria en la que los pacientes suelen heredar una copia mutada de PKD1 (o PKD2) y una copia normal.

La enfermedad se caracteriza por la formación frecuente de muchos pequeños sacos llenos de líquido llamados quistes renales, que se cree que se forman cuando los niveles de PKD1 o PKD2 caen por debajo de un umbral crítico. Esto puede ocurrir cuando la copia normal del gen no produce suficientes proteínas policistina-1/policistina-2.

Las proteínas se producen (o traducen) a partir del ácido ribonucleico mensajero (ARNm) de un gen. En un extremo de la cadena de ARNm hay una región de código que ayuda a protegerla de la degradación, pero también puede controlar la cantidad de proteína que se produce. La unión de los microARN a esta región del código del ARNm puede bloquear la traducción, lo que conduce a la producción de menos proteína.

PKD1 contiene un sitio de unión para miR-17, un microARN altamente expresado y activo en modelos de ADPKD. Ante esto, los expertos preguntaron si el bloqueo de la unión de miR-17 a PKD1 podría prevenir la formación de quistes renales.

Para ello, eliminaron el sitio de unión de miR-17 del ARNm de PKD1 en cultivos celulares y en un modelo de ratón con ADPKD. Sus resultados indicaron que la eliminación del sitio de unión aumentó la estabilidad de la cadena de ARNm, elevó los niveles de policistina-1 y disminuyó el crecimiento de quistes renales.

Además, descubrieron que bloquear la unión de miR-17 al ARNm de PKD1 con un fármaco anti-miR-17 después de la formación de quistes también disminuyó el crecimiento de los mismos, lo que indica que esta interacción podría ser un objetivo prometedor para el tratamiento de la enfermedad.