MADRID 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Cirujanos del Hospital Universitario de Lovaina, en Bélgica, han identificado un nuevo ligamento de la rodilla del que hasta el momento sólo se tenían sospechas, el ligamento anterolateral, y han establecido claramente su estructura y función en la articulación.
El hallazgo ha sido publicado en el último número de la revista 'Journal of Anatomy', y sus autores aseguran que podría estar detrás de una de las lesiones de rodilla más común, la rotura del ligamento cruzado anterior.
La articulación de la rodilla está rodeada por cuatro ligamentos principales entrecruzados entre los huesos del fémur y la pierna, que ofrecen estabilidad y evitan que se produzca un movimiento excesivo en las extremidades.
Pero la anatomía de la rodilla es muy compleja, y desde hace tiempo varios grupos internacionales han explorado las estructuras menos definidas de la articulación. El cirujano francés Paul Segond fue quien primero informó de este particular ligamento en 1879, pero hasta ahora no había sido catalogado.
Sin embargo, los cirujanos Steven Claes y Johan Bellemans han anunciado que han mapeado con exactitud la banda que va desde el lado exterior del hueso del muslo hasta la tibia, determinando que este ligamento (ahora conocido como LAL) podría tener un importante papel protector cuando giramos o cambiamos de dirección.
Para ello, usaron técnicas de disección microscópicas para examinar 41 articulaciones de rodillas de donantes y ubicaron este ligamento en todos menos en un caso. Además, han explicado en declaraciones a la BBC, la presencia de esta banda podría ayudar a entender mejor las roturas del ligamento cruzado anterior.
Estas lesiones, típicas de deportistas profesionales, se produce cuando la persona cambia de dirección rápidamente o se detiene de repente, y causa dolor, inflamación y limita el movimiento en la rodilla.
Los doctores Claes y Bellemans piensan que una lesión en el ligamento anterolateral puede tener parte de culpa, y apuntan que en ocasiones ambos ligamentos (el cruzado anterior y el anterolateral) pueden lesionarse al mismo tiempo dejando las rodillas menos estables al girar.
Sus estudios en biomecánica sugieren que las roturas en este ligamento también podrían ser responsables de pequeñas fracturas que hasta ahora han sido atribuidas a lesiones del cruzado anterior.