Archivo - Conductor, conducir. Movil. Café. - FERTNIG/ ISTOCK - Archivo
MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
El uso de datos de conducción a bordo de un vehículo puede ser una nueva forma de identificar a las personas que corren riesgo de sufrir deterioro cognitivo, según un estudio de la Universidad de Washington en San Luis (Estados Unidos) publicado en 'Neurology', la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología.
"La identificación temprana de conductores mayores con riesgo de accidentes es una prioridad de salud pública, pero identificar a las personas que no son seguras es difícil y requiere mucho tiempo", informa el autor del estudio, Ganesh M. Babulal, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis.
"Descubrimos que, al usar un dispositivo de rastreo de datos GPS, podíamos determinar con mayor precisión quiénes habían desarrollado problemas cognitivos que si solo consideráramos factores como la edad, las puntuaciones en pruebas cognitivas y si presentaban un factor de riesgo genético relacionado con la enfermedad de Alzheimer", explican.
En el estudio participaron 56 personas con deterioro cognitivo leve, precursor de la enfermedad de Alzheimer, y 242 personas cognitivamente sanas con una edad promedio de 75 años. Todos los participantes conducían al menos una vez por semana al comienzo del estudio.
PATRONES DE CONDUCCIÓN QUE ALERTAN
Los participantes aceptaron someterse a pruebas de razonamiento y a que se les instalara el dispositivo de rastreo de datos en sus vehículos. Posteriormente, se les realizó un seguimiento durante más de tres años.
Si bien los patrones de conducción de los dos grupos eran similares al inicio del estudio, con el tiempo los adultos mayores con deterioro cognitivo leve tuvieron mayores reducciones en la cantidad de veces que conducían cada mes, la frecuencia con la que conducían de noche y cuánto variaban su rutina en cuanto a dónde conducían.
Los investigadores utilizaron factores de conducción como la distancia media y máxima recorrida, la frecuencia con la que las personas superaban el límite de velocidad y el grado de variación de su rutina para predecir si una persona había desarrollado deterioro cognitivo leve con un 82% de precisión. Al añadir factores como la edad y otros datos demográficos, las puntuaciones en pruebas cognitivas y la presencia de un gen asociado con el Alzheimer, la precisión mejoró al 87%.
En comparación, al utilizar todos estos factores sin información sobre la conducción, se obtuvo un 76% de precisión.
UNA HERRAMIENTA PARA INTERVENCIÓN TEMPRANA
"Observar el comportamiento diario al volante es una forma relativamente sencilla y discreta de monitorear las habilidades cognitivas y la capacidad funcional de las personas", apunta Babulal. "Esto podría ayudar a identificar a los conductores en riesgo para una intervención temprana, antes de que sufran un accidente o casi un accidente, que es lo que suele ocurrir actualmente. Por supuesto, también debemos respetar la autonomía, la privacidad y la toma de decisiones informada de las personas, y garantizar el cumplimiento de los estándares éticos".
Una limitación del estudio es que la mayoría de los participantes eran personas blancas y con un alto nivel educativo, por lo que los resultados podrían no ser generalizables a la población general.