BARCELONA 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) y del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) han identificado por primera vez las alteraciones del circuito neuronal que afectan a la fisiología de la corteza cerebral y que podrían ser las causantes de los déficits cognitivos en el Síndrome de Down.
Según el estudio, publicado en la revista 'Jornal of Neuroscience', un gen vinculado al Síndrome de Down se ha asociado a "cambios en ritmos cerebrales en la corteza cerebral", que es la región responsable de la capacidad de razonamiento, del lenguaje y del comportamiento social, han informado este martes estas instituciones en un comunicado conjunto.
Las investigadoras Mara Dierssen (CRG) y Mavi Sánchez (Idibaps) han descubierto alteraciones en el ritmo y la sincronización de la corteza cerebral en un modelo de ratón para un gen candidato del Síndrome de Down, las cuales se han relacionado con problemas como la toma de decisiones, la impulsividad, la memoria de trabajo o la atención.
El estudio da "un paso más adelante" en la investigación en este ámbito porque ha estudiado la fisiología, es decir, la función de la corteza cerebral, y ha comprobado que esas alteraciones celulares y pequeños cambios en la conectividad inhibitoria se traducen en un déficit de la activación de esta región y en su ritmo y sincronización de la actividad neuronal.
El trabajo "explica algunas de estas alteraciones celulares y ofrece por primera vez un estudio 'in vivo' de la fisiología de la corteza cerebral", estructura clave en las funciones ejecutivas como la concentración, el aprendizaje y la resolución de problemas.
EXCITACIÓN E INHIBICIÓN NEURONAL
La actividad neuronal se rige por un equilibrio minucioso entre excitación e inhibición neuronal, de manera que la activación neuronal se produce por mecanismos de excitación que están estrechamente regulados a través de procesos inhibitorios.
Para ciertas funciones, la red neuronal necesita estar sincronizada, hecho que produce oscilaciones de alta frecuencia que permiten el correcto procesamiento de la información y la ejecución de comportamientos, y esta sincronización depende del equilibrio entre la excitación y la inhibición que se ha visto afectado en un gran número de trastornos que cursan con disfunción cognitiva.