Ictus isquémico: mujeres menores de 35 años tienen un 44% menos posibilidades que los hombres

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Publicado: martes, 25 enero 2022 7:31

MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las mujeres de 35 años o menos tienen un 44% más de probabilidades de sufrir un ictus isquémico, causado por la obstrucción de los vasos sanguíneos del cerebro, que sus homólogos masculinos, según una nueva revisión de más de una docena de estudios internacionales sobre las diferencias de sexo en la incidencia de los ictus, publicada en un número destacado de 'Go Red for Women 2022', de 'Stroke', una revista de la American Stroke Association.

El editor jefe de 'Stroke', Ralph L. Sacco, presidente del departamento de neurología y de la Cátedra de la Familia Olemberg en Trastornos Neurológicos y director ejecutivo del Instituto del Cerebro Evelyn F. McKnight de la Facultad de Medicina Leonard Miller de la Universidad de Miami (Estados Unidos), recuerda que "el ictus afecta cada año a más mujeres que a hombres. Queremos que todos los profesionales del ictus conozcan las últimas investigaciones sobre el reconocimiento, la prevención y el tratamiento de los ictus entre las mujeres".

Los investigadores analizaron las diferencias en la incidencia de los accidentes cerebrovasculares entre mujeres y hombres en varios grupos de edad de adultos jóvenes. Revisaron estudios desde enero de 2008 hasta julio de 2021 publicados e indexados en PubMed, una de las mayores bases de datos de investigación en línea del mundo gestionada por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de Salud.

Incluyeron estudios originales basados en la población y centrados en adultos jóvenes de 45 años o menos. Los estudios incluyeron datos sobre cualquier tipo de accidente cerebrovascular, incluidos los accidentes cerebrovasculares isquémicos; los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos (una hemorragia que se produce cuando se rompe un vaso sanguíneo debilitado); el AIT o ataque isquémico transitorio, también llamado miniaccidente cerebrovascular (causado por un coágulo grave y temporal); y los accidentes cerebrovasculares criptogénicos para los que no se identifica una causa conocida.

La mayoría de los accidentes cerebrovasculares de la revisión fueron accidentes isquémicos, que representan aproximadamente el 87% de todos los accidentes cerebrovasculares.

Los investigadores identificaron 16 estudios, que incluían un total combinado de 69.793 adultos jóvenes con ictus (33.775 mujeres y 36.018 hombres), procedentes de más de media docena de países, entre ellos Estados Unidos, Canadá, Francia y los Países Bajos.

El análisis de los autores identificó que las diferencias de sexo en la incidencia de los accidentes cerebrovasculares isquémicos eran mayores y más evidentes entre los adultos menores de 35 años, con un 44% más de mujeres que de hombres en este grupo de edad. Esta diferencia de sexo se redujo entre los adultos de 35 a 45 años.

Las diferencias de sexo en los grupos de mayor edad fueron más difíciles de determinar debido a la amplia variabilidad en la forma en que se presentaron los datos entre los estudios de esta revisión sistémica. Los investigadores tampoco pudieron identificar las causas específicas de la mayor prevalencia de accidentes cerebrovasculares en las mujeres jóvenes en comparación con los hombres jóvenes.

Los investigadores señalaron que las variables de su conjunto de datos que planteaban limitaciones a su revisión incluían: poblaciones de estudio que abarcaban distintos continentes, incluidos 15 países diferentes con distintos niveles de desarrollo, y la diversidad de los participantes en el estudio, procedentes de numerosos grupos raciales y étnicos; diferencias metodológicas entre los estudios; y un posible sesgo de publicación, ya que los estudios epidemiológicos más grandes pueden no haber publicado resultados en los grupos de edad más jóvenes debido al número relativamente pequeño de casos captados.

Según los investigadores, la incidencia del ictus isquémico aumenta exponencialmente con la edad, y sólo el 15% de todos los ictus isquémicos se producen en adultos menores de 50 años.

Basándose en su análisis, los investigadores concluyeron que "los factores de riesgo ateroscleróticos tradicionales contribuyen en gran medida a los accidentes cerebrovasculares isquémicos, tanto en hombres como en mujeres jóvenes, y adquieren una importancia creciente con la edad".

"Sin embargo, estos factores de riesgo son menos frecuentes en las mujeres jóvenes y pueden no explicar la mayor incidencia de accidentes cerebrovasculares isquémicos observada en las mujeres menores de 35 años --añaden--. Las mujeres jóvenes que sobreviven a un ictus isquémico también tienen peores resultados, con un riesgo de 2 a 3 veces mayor de peores resultados funcionales en comparación con sus homólogos masculinos".

Los investigadores señalan que se necesitan más investigaciones para definir mejor las diferencias de sexo en los accidentes cerebrovasculares isquémicos en los adultos jóvenes y las contribuciones que los factores de riesgo no tradicionales, como el embarazo, el posparto y los anticonceptivos hormonales, pueden desempeñar en la carga general de los accidentes cerebrovasculares isquémicos en las mujeres jóvenes.

"Nuestro hallazgo sugiere que los accidentes cerebrovasculares en adultos jóvenes pueden estar ocurriendo por razones diferentes a los accidentes cerebrovasculares en adultos mayores", afirma la coautora del estudio, la doctora Sharon N. Poisson, profesora asociada de neurología en la Universidad de Colorado.

"Esto subraya la importancia de realizar más estudios sobre los accidentes cerebrovasculares en los grupos de edad más jóvenes para que podamos comprender mejor qué es lo que hace que las mujeres jóvenes corran un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular --prosigue--. Entender mejor qué adultos jóvenes están en riesgo de sufrir un ictus puede ayudarnos a hacer un mejor trabajo de prevención y tratamiento de los ictus en los jóvenes".

En un comentario publicado también en el número especial de 'Stroke' los autores resumien los nuevos conocimientos sobre el ictus en las mujeres. Descubrieron que las pruebas recientes sugieren que la incidencia del ictus puede ser mayor en las mujeres jóvenes que en los hombres jóvenes; que las mujeres con antecedentes de ictus tienen un bajo riesgo de complicaciones en el embarazo y que las mujeres con complicaciones en el embarazo, como la preeclampsia y el parto prematuro, pueden tener un mayor riesgo de sufrir un ictus durante muchos años después del parto.