El pequeño lleva un mes en cuidados intensivos pediátricos conectado a este dispositivo, que hace la función del corazón
CÓRDOBA, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
Profesionales del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba han implantado a un niño de 18 meses con una cardiopatía congénita severa un dispositivo de asistencia ventricular, más conocido como corazón artificial, un sistema externo que permite suplantar la función del corazón durante unos meses.
Según explicaron hoy a Europa Press fuentes del citado complejo sanitario, se trata de la primera vez que se implanta en Andalucía un corazón artificial a un niño con una cardiopatía congénita. Pese a que ya se han colocado corazones artificiales a otros niños en España, el caso cordobés también es el primero a nivel estatal si se atiende al tipo de patología que sufre este pequeño, esto es, un 'origen anómalo de la arteria coronaria izquierda', caracterizada por su dificultad a la hora de diagnosticarla, su baja prevalencia y que aparece en el nacimiento.
El dispositivo usado, conocido como Berlin Heart, se conecta al corazón a través de unas cánulas que consigue que la sangre se desvíe hacia el dispositivo mecánico y regrese al sistema circulatorio por otra cánula conectada a la aorta ascendente.
La patología que padece el menor, denominada origen anómalo de la arteria coronaria izquierda, tiene una baja incidencia, afecta a uno de cada 300.000 nacidos vivos, y consiste en una disposición incorrecta de la coronaria izquierda, que aparece en la arteria pulmonar en lugar de en la aorta.
La función habitual del ventrículo izquierdo es recibir la sangre oxigenada procedente de los pulmones e impulsarla a través de la aorta para distribuirla por todo el organismo, según explicó por otra parte este hospital en una nota.
Esta deformación provoca infartos repetidos en el ventrículo izquierdo que, poco a poco, van incapacitando su función hasta el deterioro definitivo. El tratamiento de elección es la intervención quirúrgica, que persigue la reconstrucción del árbol coronario.
PRINCIPALES VENTAJAS
La principal ventaja de esta nueva técnica es que ofrece una alternativa a personas en situación crítica que necesitan un trasplante de corazón y no están en condiciones de esperar el tiempo necesario hasta que se produzca el donante adecuado. La espera para trasplante cardiaco infantil en España, que se sitúa entre los dos a los cuatro meses, es mayor que en adulto.
El empleo de nuevas técnicas y soportes en las unidades de cuidados intensivos infantiles, entre las que se incluye el corazón artificial, hace que disminuya la mortalidad y que los niños se encuentren en mejores condiciones para poder optar a un trasplante.
Los profesionales intervinieron al pequeño el pasado 13 de mayo en el Hospital Reina Sofía, que es centro de referencia para el tratamiento de cardiopatías congénitas y también lo es para trasplante cardiaco infantil a nivel nacional, y se basó en el reimplante de la coronaria izquierda en su lugar correcto.
Sin embargo, el corazón del niño no respondió adecuadamente tras la operación y los facultativos contemplaron la posibilidad de usar un ventrículo izquierdo artificial que realizase la función de su corazón dañado. El dispositivo se implantó cinco días después de la intervención y posibilita, por una parte, que el paciente se mantenga con vida y, además, le sirve como puente para un posible trasplante cardiaco.
El corazón del paciente bombeaba un 10 por ciento antes de la intervención y el nuevo corazón artificial ha permitido recuperar parte de la función del órgano, que actualmente funciona al 30% de su capacidad, aproximadamente.
EQUIPO MULTIDISCIPLINAR
Actualmente, el menor se encuentra en cuidados intensivos pediátricos y su situación hemodinámica es estable, con ventilación espontánea y se alimenta de manera natural. Es atendido por un equipo multidisciplinar que incluye cardiólogos, cirujanos cardiovasculares e intensivistas pediátricos, además de personal de enfermería. Los especialistas se muestran satisfechos con su evolución al comprobar que el empleo de esta técnica pionera le permite seguir viviendo.
Entre otras ventajas, este tipo de soporte permite la ventilación espontánea del paciente, que puede tener movilidad, la alimentación se realiza por boca y la necesidad de medicación también es menor. Desde que se abrió el programa de trasplante cardiaco infantil en el hospital Reina Sofía en 1996 se han llevado a cabo hasta el momento un total de 41 trasplantes en la edad pediátrica.