ALICANTE 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un trabajo de investigación realizado por un equipo multidisciplinar del Hospital General Universitario de Alicante y publicado este año por el 'Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism' ha demostrado que el paso a la sangre de ADN de bacterias intestinales podría ser el causante de la resistencia y la inflamación que se observa en pacientes con obesidad mórbida.
Los investigadores plantearon la hipótesis de que podría existir un paso de bacterias intestinales a la sangre de los pacientes obesos y, según el miembro del equipo de investigación, el doctor Felix Lluís, "podría provocar y mantener una respuesta inflamatoria en estos pacientes, respuesta que se perdería la perder peso después del ayuno o la cirugía bariátrica".
La obesidad es el factor más importante en la prevalencia de diabetes en una población, ya que el 90 por ciento de los pacientes con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso. Además, la obesidad mórbida complica el manejo de la diabetes tipo 2, aumenta la resistencia a la insulina y la intolerancia de la glucosa, lo que hace que el tratamiento farmacológico sea menos eficaz.
Por otra parte, la obesidad induce un estado inflamatorio de baja intensidad en todo el organismo, mientras que la pérdida de peso reduce esta inflamación. Así, la inflamación se comporta como un freno para prevenir que le excesivo acumulo de grasa impida la movilidad y el deterioro de la salud.
PARTICIPAN 58 PERSONAS
En el estudio participaron 58 hombres y mujeres con obesidad mórbida que, tras un ayuno durante varias semanas en el que ingerían menos calorías de las habituales para cubrir sus necesidades diarias, fueron intervenidos con una de las técnicas habituales de cirugía bariátrica.
Además, se tomaron muestras de sangre al iniciar el ayuno, inmediatamente antes de la cirugía, y a los 3, 6 y 12 meses después de la misma y se midió en sangre la concentración de moléculas que favorecen la inflamación y la presencia de fragmentos de ADN bacteriano de origen intestinal. Todos los pacientes experimentaron una pérdida significativa de peso a lo largo del proceso.
También se detectó paso de fragmentos de ADN bacteriano a sangre en 32,8 por ciento de pacientes al inicio del ayuno, en 13,8 por ciento inmediatamente antes de la cirugía, y en 13,8 por ciento, 1,8 por ciento y 5,2 por ciento a los 3, 6 y 12 meses después de la cirugía.
Además, en paralelo a la notable y progresiva pérdida de peso que experimentaron todos los participantes en el estudio, disminuyó la concentración de moléculas pro-inflamatorias en sangre y mejoró la resistencia a la insulina, es decir, los pacientes precisaron menos insulina o incluso ya no necesitaron.
El miembro del equipo de investigación, Sergio Ortiz, "los estudios estadísticos llevados a cabo pusieron de relieve que la translocación de fragmentos de ADN bacteriano de origen intestinal es el único factor responsable de la respuesta inflamatoria mantenida y de la resistencia a la insulina, aún a pesar de la pérdida de peso".
"Estos datos abren la puerta a modular la respuesta inflamatoria y la resistencia a la insulina en pacientes obesos mediante la modificación de la flora intestinal y la prevención del paso de ADN bacteriano de origen intestinal a sangre", apunta el también investigador, Pedro Zapater.