¿Hombro dolorido?, puede ser del manguito rotador

Dolor hombro
Foto: GETTY/DIRIMA
Actualizado: lunes, 2 marzo 2015 10:24

MADRID, 21 Feb. (INFOSALUS) -

   El manguito rotador es una estructura anatómica del hombro que le da movilidad y permite elevar, rotar y separar el brazo del cuerpo mediante la articulación del hombro. La enfermedad del manguito rotador es la causa más frecuente de dolor en el hombro y suele afectar más a las mujeres.

Según explica a Infosalus el doctor Javier Gómez Cimiano, jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander, "la enfermedad del manguito rotador es muy fácil de diagnosticar y el tratamiento inicial es sencillo, lo que permite controlar que no evolucione. Hay que realizar una reeducación de la movilidad del hombro, trabajar con las manos por delante del cuerpo y evitar la realización de tareas por encima de la cabeza".

La articulación del hombro está rodeada por los tendones que componen el manguito rotador: el supraespinoso, el infraespinoso, el subescapular, el redondo menor, que están unidos entre sí, y el tendón de la porción larga del bíceps que forma parte funcional de la estructura.

Cualquier patología que afecte al conjunto de 5 tendones musculares que forman el manguito rotador del hombro produce dolor, disminución de la movilidad y una restricción de la funcionalidad del hombro. Esta afección se denomina también 'hombro doloroso' y se suele asociar a otras afecciones del manguito rotador como el síndrome del pinzamiento subacromial, el de rozamiento subacromial o la tendinitis cálcica.

En un primer grado la enfermedad ocasiona inflamación, en un segundo grado roturas parciales en los tendones y en un tercer grado, el más grave, rotura franca. Sobre su causa existen varias teorías, una degenerativa de los tendones, asociada al proceso natural de envejecimiento que se hace más patente después de los 60 años; que se deba a una rotura traumática; o bien a aspectos anatómicos en los que podría existir cierta constitución anatómica del hombro que predisponga a la patología.

Hombro: encrucijada de caminos del dolor
La enfermedad del manguito rotador del hombro no es una enfermedad típica de personas jóvenes, salvo en el caso que se deba a un trauma o profesionales en los que exista un sobreuso de esta estructura anatómica.

"Existen personas que han podido sufrir pequeños traumas que han pasado desapercibidos y que ocasionan dolor ocasional y que no han sido diagnosticados porque no han acudido a consulta. En estos casos el diagnóstico llega quizá debido a alguna otra revisión por otra circunstancia", explica el doctor Gómez Cimiano.

La enfermedad del manguito rotador en su primer grado puede confundirse con una tendinitis por eso en el caso de hombro doloroso es esencial un diagnóstico diferencial. Así, el dolor aclara que "un dolor en el hombro izquierdo podría estar asociado a un infarto de miocardio mientras que en el derecho podría ser un dolor irradiado por otra estructura como el estómago o la vesícula e incluso proceder de la estructura cervical. El hombro es una encrucijada de caminos en su reflejo del dolor".

En este diagnóstico diferencial son claves la entrevista clínica que descarta otras posibles patologías y pruebas diagnósticas como la radiografía simple y la ecografía que en un 95% de los casos permiten realizar el diagnóstico. "Si se plantea la cirugía se solicitaría una imagen por resonancia magnética (IRM) para saber el estado de los tendones y prever el resultado de la intervención", aclara el especialista del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.

Tratamiento curativo e intervención quirúrgica
En la enfermedad de primer grado, caracterizada por la inflamación, el trastorno se resuelve con tratamiento médico y rehabilitador si se diagnostica a tiempo pero si este tratamiento falla en los casos que son diagnosticados en segundo y tercer grado se da paso a la cirugía.

En su primer estadio, el tratamiento consiste en fármacos antiinflamatorios, electroterapia analgésica y antiinflamatoria e infiltraciones. "Las infiltraciones tienen mala fama porque se han empleado demasiado y de forma no selectiva pero en pacientes seleccionados suponen un tratamiento curativo muy eficaz", apunta el médico.

Las infiltraciones inyectan fármacos corticoides antiinflamatorios y componentes anestésicos y "pueden conseguir que un paciente que no puede mover el hombro vuelva a moverlo, algo que además aporta información clínica valiosa sobre la viabilidad de los tendones".

La intervención quirúrgica más común en esta afección es la artroscopia, "una cirugía poco agresiva y que ofrece los mismos resultados que la cirugía abierta", señala el especialista. En la artroscopia de hombro se realizan pequeñas incisiones en la piel que permiten introducir una diminuta cámara y el instrumental especial necesario para intervenir quirúrgicamente en las estructuras del hombro. Es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva con un postoperatorio menos doloroso y que permite un traslado domiciliario más pronto.

"Siempre que se puedan coser y reinsertar los tendones el resultado mejora la funcionalidad. Los resultados muestran un 80% de mejoría en el dolor y en el funcionamiento siempre que se puedan devolver los tendones a su sitio y no exista una vascularización precaria en el hombro", concluye Gómez Cimiano.