MADRID 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un estudio avalado por la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) e impulsado por la farmacéutica Pfizer ha revelado que los hombres que padecen un problema de disfunción eréctil van primero a la farmacia a buscar una solución y tardan una media de 25 meses en acudir a la consulta de un especialista.
De hecho, según este estudio, en el que han participado un total de 574 farmacias españolas y ha abarcado a un total de 1.132 pacientes, el 60 por ciento de los pacientes que acuden a la farmacia sin una receta médica reconocen es la primera vez que consultan este problema con un profesional sanitario.
Este dato coincide con la percepción manifestada por la mayoría de los farmacéuticos participantes en el estudio, ya que un 56 por ciento cree que los pacientes consulta antes en la farmacia que en el médico, frente a un 29 por ciento que considera lo contrario.
"El farmacéutico despierta confianza en el paciente, que lo ve como un profesional sanitario accesible y cercano, lo que le convierte en un referente a la hora de realizar consultas sobre la salud en general y especialmente cuanto se trata de aspectos más íntimos, como la salud sexual", explica José Ibáñez, ex presidente de SEFAC y uno de los coordinadores científicos del estudio.
Según los resultados de esta investigación, un 65 por ciento de los farmacéuticos considera que la edad es uno de los factores que más influyen en la reticencia mostrada por los pacientes a la hora de consultar sus dificultades de erección, seguido por motivos psicológicos (13%) y sociodemográficos (8%).
Esto se debe a que "a mayor edad del paciente aumenta la vergüenza o incomodidad para consultar un problema sexual al profesional médico. Es importante eliminar los estereotipos asociados a la edad y concienciar a la población mayor de que puede tener una vida sexual satisfactoria y de que la disfunción eréctil posee soluciones eficaces, y desde la farmacia podemos hacer mucho para conseguirlo", afirma Ibáñez.
El problema es que las alteraciones de la disfunción eréctil, además de ser un problema de salud en sí mismas, pueden ser un marcador precoz de enfermedades cardiovasculares como hipertensión arterial, dislipemias o diabetes, tres factores evidencian que la labor de detección, concienciación y derivación desde la farmacia comunitaria es fundamental para ayudar a un control óptimo de esta patología, según considera el 80 por ciento de los farmacéuticos encuestados.