MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
La hipertensión arterial se produce cuando la fuerza de la sangre que fluye por los vasos sanguíneos es constantemente demasiado alta. La hipertensión arterial puede provocar otros eventos graves, como un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Según datos de 2017 a 2020, 122,4 millones (46,7%) de adultos en Estados Unidos padecían hipertensión arterial, lo que contribuyó a más de 130.000 muertes. El exceso de sodio y la escasez de potasio en la dieta son factores de riesgo para la hipertensión arterial.
HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y SU IMPACTO
El sodio, presente en la sal de mesa y en muchos alimentos procesados, provoca que el organismo retenga líquidos, lo que aumenta el volumen de sangre que circula por los vasos sanguíneos y, en consecuencia, eleva la presión arterial. Por este motivo, reducir el consumo de sal es una de las principales soluciones.
Sin embargo, "en general, menos del 6% de los adultos estadounidenses usan sustitutos de la sal, a pesar de que son económicos y pueden ser una estrategia eficaz para ayudar a las personas a controlar la presión arterial, especialmente a quienes padecen hipertensión de difícil tratamiento", sentencia Yinying Wei, candidata a doctorado en los departamentos de investigación clínica aplicada y sección de hipertensión, división de cardiología, del Centro Médico UT Southwestern en Dallas.
"Los profesionales de la salud pueden concienciar sobre el uso seguro de los sustitutos de la sal conversando con sus pacientes con hipertensión persistente o de difícil control", afirma la investigadora que acaba de presentar un estudio preliminar del Centro Médico UT Southwestern en Dallas (Estados Unidos).
Los sustitutos de la sal son productos que sustituyen parte o la totalidad del sodio por potasio. La sal de potasio tiene un sabor similar al de la sal común, excepto que al calentarse puede dejar un regusto amargo. Muchos alimentos contienen sodio en su estado natural; sin embargo, la mayor cantidad proviene de alimentos procesados y envasados, así como de comidas preparadas en restaurantes.
Este estudio es el primero en examinar las tendencias a largo plazo en el uso de sustitutos de la sal en una muestra representativa a nivel nacional de adultos estadounidenses. Utilizando datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) de 2003 a 2020, los investigadores analizaron el uso de productos que sustituyen la sal por sales enriquecidas con potasio u otras alternativas.
NI CON LA PRESIÓN POR LAS NUBES: LOS HIPERTENSOS FIELES A LA SAL
El estudio señala que pocas personas con hipertensión arterial utilizaban sustitutos de la sal, a pesar de que son una forma sencilla y eficaz de reducir la ingesta de sodio y controlar la presión arterial, según una
La investigación se centró en personas con hipertensión arterial y se realizó un análisis adicional entre adultos que podían usar sustitutos de la sal, incluyendo personas con función renal normal y quienes no tomaban medicamentos ni suplementos que afectaran los niveles de potasio en sangre.
Algunos sustitutos de la sal contienen potasio y pueden elevar el potasio en sangre a niveles peligrosos en personas con enfermedad renal o que toman ciertos medicamentos o suplementos de potasio. El exceso de potasio puede provocar arritmias. Las personas con hipertensión arterial que estén considerando cambiar la sal común por un sustituto de la sal deben consultar primero con un profesional de la salud.
DATOS DEL ESTUDIO
El análisis encontró que, en general, el uso de sustitutos de la sal entre todos los adultos estadounidenses se mantuvo bajo, alcanzando un máximo del 5,4% en 2013-2014 antes de caer al 2,5% entre 2017 y marzo de 2020. La recopilación de datos para 2020 se detuvo antes de marzo debido a la pandemia.
Entre los adultos elegibles para utilizar sustitutos de la sal, solo entre el 2,3% y el 5,1% lo hicieron. El uso fue mayor en personas con presión arterial alta cuya presión arterial estaba controlada con medicamentos (3,6%-10,5%), seguido de aquellas con presión arterial alta cuya presión arterial no estaba controlada a pesar de los medicamentos (3,7%-7,4%).
CUÁLES SON LAS BARRERAS PARA NO USAR SUSTITUTOS DE LA SAL
El uso de sustitutos de la sal se mantuvo consistentemente por debajo del 5,6% entre las personas con presión arterial alta no tratada y entre las personas con presión arterial normal. Los adultos que comían en restaurantes tres o más veces por semana parecían menos propensos a utilizar sustitutos de la sal en comparación con los que comían fuera con menos frecuencia, pero esta diferencia ya no era estadísticamente significativa después de tener en cuenta la edad, la raza/etnia, el nivel educativo y el estado del seguro.
"El uso de sustitutos de la sal siguió siendo poco común durante las últimas dos décadas, incluso entre personas con hipertensión", reporta Wei. "Incluso entre las personas con hipertensión tratada, mal controlada o sin tratamiento, la mayoría continuó usando sal común".
El estudio presenta varias limitaciones. En primer lugar, la información sobre el uso de sustitutos de la sal fue autodeclarada, por lo que podría haber subregistro o clasificación errónea. Además, se incluyeron todos los tipos de sustitutos de la sal en el análisis, por lo que no se pudo distinguir específicamente la sal enriquecida con potasio de otros tipos de sustitutos de la sal. Finalmente, los datos de la encuesta no reflejaron la cantidad de sustituto de la sal que consumían los participantes.
"Las investigaciones futuras deberían explorar por qué el uso de sustitutos de la sal sigue siendo bajo, investigando posibles barreras, como la aceptación del sabor, el costo y la escasa concienciación tanto entre pacientes como médicos", apunta Wei. "Estos hallazgos podrían ayudar a orientar intervenciones más específicas".