MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los hijos de padres sobreprotectores tienden a vivir menos, según han observado un equipo de investigadores de la Universidad Federal de So Carlos (UFSCar) en Brasil y del University College London (UCL) en el Reino Unido en un estudio publicado en la revista 'Scientific Reports'.
En concreto, en el trabajo, cuyos participantes nacieron en las décadas de 1950 y 1960, se ha visto que los hombres que tuvieron un padre sobreprotector y poca autonomía durante la infancia pueden correr un 12 por ciento más de riesgo de morir antes de cumplir 80 años. En el caso de las mujeres, el riesgo de morir antes de esa edad es del 22 por ciento.
Ahora bien, para las mujeres que fueron bien cuidadas por su madre durante la infancia, el riesgo puede disminuir en un 14 por ciento. De hecho, los hombres que vivieron con un solo padre en la infancia tenían un 179 por ciento más de riesgo de morir antes de cumplir 80 años.
Los investigadores analizaron las respuestas de los participantes a cuestionarios sobre muchos aspectos de sus vidas, incluida la estructura familiar, la vivienda, la ocupación de los padres, la presencia de enfermedades infecciosas y las relaciones con los progenitores en la infancia y la adolescencia, especialmente respecto al cuidado y la protección.
"Lo más interesante de nuestro estudio es que pudimos mostrar en números lo que se ha discutido sobre la crianza de los hijos durante muchos años. Las relaciones cariñosas y amorosas con tu padre y tu madre durante la infancia tienen repercusiones para el resto de tu vida. En particular, nuestros hallazgos muestran cómo afectan la longevidad", han dicho los investigadores.
Aunque el estudio se centró en lo que le sucedió a la generación del 'Baby Boom' nacida después de la Segunda Guerra Mundial, los investigadores creen que no es posible estar seguros de que la experiencia de las generaciones más recientes sea muy diferente.
"Sabemos que los padres ahora sobreprotegen a sus hijos de manera diferente, y esto también puede tener un impacto. Es un tipo diferente de relación, pero también tiene sus fragilidades", han zanjado los investigadores.
