MADRID, 5 Jul. (EDIZIONES) -
Es importante criar bien de nuestros hijos y para ello dedicarles todo nuestro tiempo, el máximo posible. Hoy en día por culpa de nuestro ritmo de vida nos perdemos muchas cosas del cuidado de nuestros más pequeños, cuando es fundamental todo aquello que aprendan en sus 2 o 3 primeros años de vida para el resto de su vida.
"Es importante criar bien a nuestros hijos porque lo que hacemos en los dos o tres primeros años tendrá importancia durante toda su vida. Hay que empezar la casa con buenos cimientos, por ello se nos dice que basta con tiempo de calidad para nuestros hijos pero esa no es la realidad de lo que necesitan por parte de sus padres: la mayor parte requieren tiempo de calidad y además en cantidad".
Así lo asegura en una entrevista con Infosalus el psicólogo y máster en Psicología Clínica Alberto Soler, que junto a su mujer, la doctora en Psicología Concepción Roger, acaban de publicar 'Hijos y padres felices, cómo disfrutar de la crianza' (Kailas).
El experto alerta también aquí sobre la alimentación o el uso de pantallas que se hace con los más pequeños, ya que muchas veces se les acaba dando un dispositivo electrónico para que los padres puedan hacer cosas en casa.
"Hay muchos estudios que avisan de que la exposición temprana tiene efectos negativos en el desarrollo de los niños, así como en el lenguaje, en su salud en general, favorecen el sobrepeso, o la diabetes, por ejemplo. Nunca debería ponerse a un menor delante de la televisión o de un móvil antes de los dos años y cuanto más tarden en estar conectados, mejor para su desarrollo", avisa.
Soler dedica un capítulo de su libro a por qué hoy en día nos es tan difícil criar de nuestros hijos en esta sociedad tan compleja. "Hay un montón de factores que hacen que sea más difícil criar hoy en día a nuestros hijos. La sociedad ha evolucionado pero también tenemos un contexto social y económico que nos dificulta y si no disponemos de tiempo para estar con nuestros hijos porque tenemos que estar trabajando, todo nos resulta más complicado", lamenta el psicólogo.
Aquí denuncia que España se sitúa a la cola en Europa en los permisos de paternidad y maternidad, y sólo se puede disfrutar de 16 semanas para cuidar del recién nacido cuando la OMS recomienda como mínimo 6 meses de lactancia materna exclusiva, y prolongarla hasta los 2 años con una alimentación complementaria. "Con esos permisos es utopía", advierte.
A su juicio, otro de los escollos para una crianza feliz hoy en día es que se intenta esconder a la infancia de la sociedad, que los niños no molesten a los padres, no se le da valor a esta época transitoria "y molesta", cuando en realidad es una etapa importante del desarrollo del menor, y hay que disfrutarla igualmente.
QUÉ NO HACER EN EL CUIDADO DE LOS HIJOS
Con todo ello, Soler y Roger aconsejan en el libro plantearse, por ejemplo, si es necesario castigar a los menores o no. "Se ha visto que es útil a corto plazo, pero no es una herramienta de valor a largo plazo. Cuando se le castiga se le enseña cómo tiene que actuar, por ello los niños evitan el castigo o buscan el premio, pero sin acabar de comprender los motivos que nos llevan a decirle que dejen de hacer algo. Cuando se quiere aplicar un castigo hay que hablar mejor de las consecuencias naturales", recomienda.
Si se decide aplicar un castigo, además, sugiere que siga estos tres pasos: que el castigo sea inmediato al acto mal hecho, no hay que demorarlo; el castigo tiene que estar relacionado con lo que se ha hecho; y tiene que ser proporcional, por algo pequeño no le debe caer una gran bronca. "Si tira un vaso de agua se le ayuda a recogerlo, y a responsabilizarse de las consecuencias de sus acciones", apostilla.
Según reconoce Soler, al final lo más importante es poner a los niños en el foco de todo, tratarles con el máximo amor posible y centrarnos en sus necesidades. "Nosotros tenemos más capacidad para aplazar nuestra necesidades, hay que ponerles en el centro y tratar de satisfacer lo que necesiten, además de saber qué les podemos pedir en el momento de desarrollo en el que se encuentran", remarca el psicólogo clínico.
Finalmente, ve muy importante el respeto a las madres, ya que muchas veces se las coloca en el punto de mira de las críticas, cuando a los padres apenas se les critica, "y por mover un dedo son padrazos". "A veces hablamos del respeto por los niños pero también se nos olvida el respeto a los padres. Cada persona hacemos las cosas de una manera diferente y no porque esa madre lo haga distinto lo va a hacer peor", sentencia Alberto Soler.